Acelga




Modificado
09/02/2017

Suscríbete a Terra Boletines

Te mantendremos al día de lo que hacemos

Ayúdanos a buscar soluciones para la #emergenciaclimática

Puedes contribuir a reducir las emisiones de CO2, y fomentar la investigación científica en ecología práctica
 

Dona ahora

 

Facebook Twitter YouTube LinkedI

Acelga
Es una fuente extraordinaria de vitaminas y minerales, especialmente de hierro.
acelga
La acelga es una verdura con alto contenido en hierro, entre muchas otras sustancias.
Variedades
Existen tres variedades principales de acelgas: la común, la forrajera y la silvestre. Todas ellas cuentan con las mismas propiedades nutricionales y salutíferas.
La acelga es rica en nutrientes y pobre en grasas. Los números demuestran esta afirmación: 200 g de acelgas (una ración normal) aportan 38 calorías (sólo el 2% de lo que se precisa al día) y, sin embargo, cubren el 27% de las necesidades diarias de potasio, el 30% de calcio, la mitad del hierro, casi la mitad del magnesio, el 100% de la vitamina C, el 25% de la vitamina E, dos tercios de la A, e incluso un 7-8% de proteínas. Todos estos nutrientes se mantienen prácticamente en su totalidad una vez cocida la acelga.
Sólo hay que mencionar, en su contra, que contiene algo de ácido oxálico por lo que se debe consumir con moderación en caso de cálculos renales o litiasis renal.
Un ramo de virtudes
El consumo regular de acelgas es útil en muchos problemas de salud:

- Estreñimiento: por su riqueza en fibra resulta muy eficaz.
- Hemorroides: la decocción de sus hojas es un buen remedio local.
- Diarreas: aporta minerales que ayudan a recuperar la pérdida de sales.
- Estómago: alivia los problemas estomacales e intestinales.
- Vías urinarias: muy útil para los problemas de los riñones y de las vías urinarias. Aumenta el flujo de orina y alivia las irritaciones.
- Acné: la acelga ayuda a mejorar algunos problemas de la piel como el acné.
- Anemia: gracias a su riqueza en hierro, resulta muy eficaz para combatirla.
En la cocina
Aunque de sabor más suave y tallos más gruesos, las propiedades culinarias de las acelgas son muy parecidas a las de su pariente la espinaca, por lo que su tratamiento en la cocina es prácticamente el mismo.
Antes de cocinarlas conviene lavarlas bien en agua fría pues suelen contener tierra. Se debe tener en cuenta que, como su volumen disminuye mucho al cocinarlas, pueden calcularse hasta 300 o 400 g de acelgas por comensal. Por esa misma razón hay que ser muy comedidos a la hora de añadir la sal, pues se concentran mucho los sabores y es fácil que queden excesivamente saladas.
Compra y conservación
Hay que preferir las acelgas firmes y crujientes, sin manchas marrones y con las hojas bien coloreadas. Se trata de una hortaliza frágil que se conserva poco tiempo en el refrigerador, unos cinco días (sin lavar y en una bolsa de plástico perforada). Sus hojas se congelan bien después de un blanqueo de dos minutos ya comentado.