Activos antes que radiactivos

La plataforma Tanquem les nuclears (Cerremos las nucleares) más 108 entidades sacan a las calles de Barcelona más de 5000 personas pidiendo el cierre de las nucleares para evitar accidentes como el de la central de Fukushima. Los participantes a la manifestación de Barcelona (protesta que seguía a la convocada en Madrid recientemente) no sólo reclamaron el cierre de las centrales nucleares en España, sino que exigían al Gobierno español que no renueve el permiso de explotación de las centrales de Ascó el próximo mes de octubre a la vez que se oponen a cualquier almacén de residuos radiactivos sino hay un calendario de cierre firme. La manifestación discurrió de forma pacífica y festiva.

La cabecera de la marcha antinuclear de Barcelona a su inicio con algunos líderes históricos del movimiento antinuclear catalán.

La manifestación antinuclear celebrada en Barcelona, la primera en varios lustros, organizada coincidiendo con el Día Internacional del Medio Ambiente, quería ser también una advertencia de los riesgos inherentes a esta industria en declive y que en España nos dió un accidente grave en 1989 el cual obligó al cierre definitivo de Vandellós-1. Unos viente años más tarde, el 25 de agosto 2008 la central de Vandellós II, vió como se incendiaba la sala de turbinas del reactor que propició problemas con el circuito de refrigeración y a punto estuvo de ocasionar un grave accidente. Unos meses antes, el 5 de abril de 2008  se "escaparon" las particulas radiactivas de Ascó  (muy pocas según los titulares de la central) pero que fueron 84,95 millones de becquerelios (2,3 milicurios) por lo que el Ministerio de Industria le impuso un año después nada menos que 15 millones de euros de multa (una ridiculez, si nos atenemos a los enormes beneficios de estas, pero es la mayor sanción recibida por una central nuclear en España). Con estos recuerdos fue inevitable la solidaridad con el pueblo japonés que ha visto como Fukushima incrementaba la radiactividad por todo el país y cuyas consecuencias son impredecibles para la población.

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Llevando la gran pancarta del "sol" antinuclear por las calles de Barcelona.

En un día primaveral, con sol y nubes y fresco la manifestación partió de la plaza Palau y terminó en el parque frente a la sede de Red Eléctrica de España y Endesa en Barcelona. En la mente de algunos este fresco día les venía el contraste de la importante sequía que asola a Francia y que amenaza la refrigeración de 44 de los 58 reactores nucelares y que demuestra la fragilidad de este tipo de energía. La manifestación discurrió por el paseo de Colom el cual se llenó de participantes. Las furgonetas de la policia autonómica -Mossos d’Esquadra- se aburrieron soberanamente al no encontrar motivos para zurrar de forma contundente como les apetece últimamente bajo las órdenes de su Consejero rabioso, a los pacíficos manifestantes compuestos por muchos grupos familiares.  Frente a la estatua de Colón se inició el despleigue de una espectacular pancarta (de 15x 15 metros: 225 metros cuadrados) con el eslogan “Nuclear?, no gràcies!" que fue llevada en volandas por varios centenares de manifestación.  Ya en el parque frente a Endesa el actor y militante antinuclear Pep Planes leyó el manifiesto. Greenpeace movilizo a militantes de toda España que animaron incanseblemente toda la marcha entre música, charanga y bailes.

La multitud que participó en la manifestación congregada frente a la sede de Endesa en el acto final de la misma.

La movilización no pudo dejar de remarcar el ejemplo de Alemania, país que ha decidido clausurar sus centrales nucleares con un doble objetivo: alejar la sombra del accidente de Fukushima que podría producirse en cualquiera de sus envejecidas centrales (como pasa en toda Europa; recordemos que en España todas pasan de los 20 años de antigüedad) y a su vez para lidear la tecnología de las renovables en el futuro. En este sentido Tanquem les nuclears recordó que España era el segundo país del mundo líder en renovables antes del frenazo que le propinó el Gobierno en 2008 y que además sería una fuente de empleo verde inagotable. Entre los manifestantes corría la consigna de dejar de ser cliente de las empresas eléctricas que gestionan centrales nucleares y contratar electricidad verde.

El actor Pep Planas leyendo el manifiesto antinuclear.

Los promotores de la manifestación exigen que una vez aprobado el calendario de cierre, se abra un proceso de participación pública para decidir cómo abordar la gestión de los residuos radiactivos almacenados hoy en las centrales nucleares del Estado acumulados tras los años de funcionamiento en piscinas que deben ser mantenidas refrigeradas.  Pero también reclaman que haya una estrategia para lograr una transición energética acelerada hacia un sistema eléctrico basado en el ahorro, la eficiencia y tecnologías de generación basadas en 100% en fuentes renovables ya que es un escenario posible como se ha demostrado tanto en Cataluña como para el resto de España

El ambiente festivo y pacífico fue la tónica de los más de 90 minutos que duró la manifestación antinuclear.

Entre las entidades más significativas que daban apoyo a la manifestación detacaban, ATTAC, Depana, EcoDiari, Ecologistes en Acció, Entrepobles, la Federació d'Associacions de Veïns de Barcelona,-FAVB, la Fundació Terra, Greenpeace, el Grup de Científics i Tècnics per un Futur No Nuclear, la Plataforma NO A LA MAT, la Xarxa de Consum Solidari, Els Verds-Alternativa Verda, Equo, y los partidos políticos ERC e ICV-EUia. A la manifestación, también participaron personas del colectivo de los indignados acampados en la Plaza Cataluña de Barcelona. Estos al final de la misma invitaron a los congregados a participar en las asambleas que se celebran en la "plaza del pueblo".

 

Modificado
09/02/2017

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