Aprendiendo de China



 

Aprendiendo de China. Por qué el modelo económico occidental no funcionará para el resto mundo.
Alerta 3 - 2005

¿Podría convertirse el “sueño americano” en China en una pesadilla para el mundo? Para 1.300 millones de chinos, el “sueño americano” se está convirtiendo muy rápidamente en el “sueño chino”. Millones de chinos están viviendo ya como estadounidenses, -comiendo más carne, conduciendo coches, viajando al extranjero, y gastando de mil maneras sus recientes crecidas rentas igual como lo hacen los americanos. Aunque estos consumidores que siguen el patrón estadounidense son solamente una fracción pequeña de la población, las demandas de China de recursos terrestres están llegando a ser ya altamente visibles.


El crecimiento de la economía china hace replantear las bases del modelo económico occidental.


Si la población china adoptara el modelo económico occidental la demanda de carbón del país superaría la producción mundial actual.


La pavimentación de carreteras y caminos para albergar la flota automovilística china superaría la actual superficie agrícola dedicada al cultivo del arroz

Marzo, 2005. En una Alerta del Planeta del Earth Policy Institute lanzada en febrero del 2005, se anunciaba que China había substituido a los Estados Unidos como el consumidor principal del mundo de la mayoría de las materias básicas, como grano, carbón, y acero. Ahora la pregunta es ¿qué pasaría si el consumo por persona de estos recursos en China un día alcanza los niveles  actuales de consumo de Estados Unidos? Y, paralelamente, ¿cuánto tiempo pasará hasta que la renta por cápita de China de 5.300 US$ anuales alcance el nivel de 38.000 US$ del año 2004 en Estados Unidos?

Durante los últimos 26 años, desde las profundas reformas económicas de 1978, la economía china ha estado creciendo a pasos agigantados del 9,5% anual. Si actualmente creciera un 8% por año, doblándose cada nueve años, la renta per cápita en el 2031 para la población proyectada de China de 1.450 millones alcanzaría los 38.000 US$. Si usáramos una tasa de crecimiento anual más conservador de un 6%, la economía se doblaría cada 12 años, alcanzando la renta actual de Estados Unidos por persona en el 2040.

Para este ejercicio asumiremos una tasa anual de desarrollo económico del 8%. Si los chinos consumen los recursos en el 2031 tan vorazmente como ahora lo hacen los americanos, el consumo de grano por persona en China subiría desde los actuales 291 kilogramos a los 935 kilogramos necesarios para sostener una dieta típicamente estadounidense rica en carne, leche y huevos. En el 2031 China consumiría 1.352 millones de toneladas de grano, lejos de los 382 millones de toneladas consumidas en el 2004. Esto equivale a dos terceras partes de la cosecha mundial de grano del 2004 que alcanzaba cerca de 2.000 millones de toneladas.

Los alimentos básicos: grano y carne
Dado el potencial limitado para aumentar la productividad de las áreas de cultivo existentes en el mundo, producir mil millones de toneladas adicionales de grano para el consumo en China requeriría destinar una gran parte de los bosques pluviales restantes de Brasil a la producción de grano. Esta afirmación asume que una vez se hayan despejado estos suelos brasileños, serían capaces de sostener la producción de grano.

Para alcanzar el consumo de carne del 2004 de E.E.U.U. (125 kilogramos por persona), el consumo de carne en China aumentaría de las 64 millones de toneladas actuales a 181 millones de toneladas en el 2031, lo que equivale a cerca de cuatro quintas partes de la producción actual de carne del mundo de 239 millones de toneladas.

Los números de la energía en China
En el campo de la energía, los números asustan más. Si los chinos usaran el petróleo en las mismas tasas que ahora lo hacen los americanos, en el 2031 China necesitaría 99 millones de barriles de petróleo al día. El mundo produce 79 millones de barriles diarios actualmente y puede que nunca produzca mucho más que eso.

Algo parecido sucede con el carbón. Si la combustión de carbón en China alcanzara las 2 toneladas por persona actuales de Estados Unidos, el país necesitaría 2.800 millones de toneladas de carbón anuales; más que la producción actual del mundo que alcanza las 2.500 millones toneladas.

Aparte del aire irrespirable que tal cantidad de quema de carbón crearía, las emisiones de carbono del combustible fósil que se quema en China rivalizarían con las emisiones actuales del mundo entero. El cambio climático podría acelerarse fuera de control, azotando la seguridad alimentaria y provocando graves inundaciones en las ciudades costeras.


Más materias primas: el acero y el papel
Si el consumo de acero por persona en China alcanzara los niveles actuales de Estados Unidos, el uso agregado de acero en China saltaría de los 258 millones de toneladas actuales a 511 millones de toneladas, más que el consumo actual del mundo industrializado occidental entero.

O considere el uso del papel, otro sello de la modernización. Si el escaso consumo anual de China de 27 kilogramos de papel por persona aumentara en el 2031 al nivel actual de Estados Unidos de 210 kilogramos, China necesitaría 303 millones de toneladas de papel, cerca del doble de la producción actual del mundo de 157 millones de toneladas. Ahí se quedan los bosques del mundo.

Y el gran caballo de batalla: el automóvil
¿Y qué hay sobre los coches? Si la propiedad del automóvil en China alcanzara el nivel actual de Estados Unidos de 0,77 coches por persona (tres coches para cada cuatro personas), China tendría una flota de 1.100 millones de coches en el 2031, - bastante más allá que la flota actual mundial que llega a los 795 millones. Pavimentar caminos, carreteras, y proveer áreas de aparcamiento para tal flota de vehículos, alcanzaría cerca del área actual plantada de arroz en toda China. La competición entre los dueños del automóvil y los agricultores por las tierras productivas sería intensa.

La evidente necesidad de una nueva economía
El objetivo de este ejercicio de proyecciones no es culpar China por consumir tanto, sino aprender qué sucede cuando una gran parte de la humanidad accede rápidamente a la escala económica global. Claramente se aprende que el modelo económico en el que se desarrolló Occidente basado en combustibles fósiles, centrado en el coche y en una economía de usar-y-tirar, no podría funcionar para China simplemente porque no hay bastantes recursos.

Si no funciona para China, no funcionará para India, que tiene una economía con un crecimiento del 7% anual y una población proyectada a sobrepasar China en el 2030. Ni funcionará para otros 3.000 millones personas en el mundo en desarrollo que también desean consumir como americanos. Quizás lo más importante, en una economía global cada vez más integrada donde todos los países están compitiendo para los mismos recursos en disminución, es que este modelo tampoco continuará funcionando para los 1.200 millones  de personas que viven en las ricas sociedades industriales.

Cuanto más pronto reconozcamos que nuestro modelo económico actual no puede sostener el progreso económico, mejor será para el mundo entero. Las demandas a la tierra provocadas por los niveles de consumo actual del modelo existente son tales que estamos extinguiendo rápidamente la energía y los recursos mineral de los cuales nuestra economía industrial moderna depende. También estamos consumiendo más allá de la producción sostenible de los sistemas naturales de la tierra. Mientras estamos sobretalando sobrearando, sobrebombeando, sobrepastando y sobrepescando estamos consumiendo no solamente el interés de nuestra dotación natural, también estamos devorando la dotación en sí misma. En ecología, como la economía, esto conduce a la bancarrota.

China nos está enseñando que necesitamos un nuevo modelo económico, uno que se base no en los combustibles fósiles sino en fuentes de energía renovables y no dañinas, incluyendo la energía del viento, la hidroelectricidad, la energía geotérmica, las celdas solares,las  centrales eléctricas termales solares y los biocombustibles. En la búsqueda de una nueva energía, los meteorólogos del viento substituirán a los geólogos del petróleo. Los arquitectos de la energía estarán mayormente centrados en el diseño de edificios.

En la nueva economía, el sistema del transporte será diseñado para maximizar la movilidad más que el uso del automóvil. Esta nueva economía reutiliza y recicla materiales de toda las clases. La meta en el diseño de procesos industriales y productos es emisiones cero y cero basura.

El Plan A, continuar como de costumbre, ya no es una opción viable. Necesitamos dar vuelta rápidamente hacia el Plan B antes que la geopolítica del petróleo, del grano, y la escasez de las materias primas nos conduzcan al conflicto y a la interrupción del orden social y político  del cual el progreso económico depende.

Evolución de la población nacional entre 1950 y 2004 en Estados Unidos, China e India en millones de personas. Proyección al año 2050. Fuente: Naciones Unidas

Lester Brown - Earth Policy Institute
www.earth-policy.org



Modificado
09/02/2017

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