El mundo después del pico del petróleo



El mundo después del pico del petróleo
Extracto de "Plan B 2.0: Rescuing a Planet Under Stress and a Civilization in Trouble"

El pico máximo de petróleo se describe como el punto donde la producción petrolífera para de crecer y comienza a largo plazo su inevitable decrecimiento. En una situación de crecimiento rápido de la demanda esto significa el aumento del precio del petróleo. Pero incluso si el crecimiento de la producción petrolífera simplemente se ralentiza o se mantiene plano, el ajuste resultante del menor abastecimiento impulsará igualmente el precio del petróleo hacia arriba, aunque menos rápidamente.




Tanto la industria del automóvil como las líneas aéreas van a encontrarse en apuros para mantener sus gastos de explotación a medida que aumenten los precios del petróleo


A medida que crezcan los costes del petróleo, las dietas se modificarán porque la gente bajará en la cadena alimentaria y consumirá más producto local y estacional




Las ciudades modernas son también un producto de la edad del petróleo. Vista de una urbanización en Cincinnati y de los rascacielos en Hong Kong


Durante el siglo del petróleo barato, se construyó una enorme infraestructura para el automóvil en países industrializados que requiere grandes cantidades de energía para ser mantenida.



23 de Mayo del 2006. Pocos países están planeando una reducción en su uso del petróleo. Aunque el pico del petróleo puede ser inminente, la mayoría de los países cuentan con un incremento en el consumo de petróleo en las próximas décadas, construyendo plantas de ensamblaje de automóviles, carreteras, autopistas, plazas de aparcamiento, y desarrollos suburbanos residenciales en las afueras como si el petróleo barato durara para siempre. Las nuevas líneas áreas están creándose con la expectativa que el transporte aéreo se ampliará indefinidamente. En un mundo donde la producción petrolífera declina, ningún país puede utilizar más petróleo excepto a expensas de otros.

Algunos segmentos de la economía global van a verse más afectados que otros simplemente porque algunos son más intensivos en el uso del petróleo. Entre éstos están el automóvil, los alimentos, y las industrias de la líneas aéreas. Las ciudades y las urbanizaciones también tendrán que desarrollarse siguiendo la evolución de las fuentes de petróleo. 

La industria del automóvil y de la alimentación
Las tensiones dentro de la industria del automóvil de Estados Unidos eran ya evidentes antes de que los precios del petróleo comenzaran a subir a mediados del 2004. Ahora General Motors y Ford, ambos atrapados en su confianza en las ventas de vehículos de uso general y deportivos devoradores de gasolina, han visto como los índices de Standard and Poor’s (*) disminuían sus ratios de créditos, reduciendo sus bonos corporativos al estatus de la chatarra. Aunque es la preocupación de los fabricantes de automóviles la que aparece en los titulares mientras aumentan los precios del petróleo, sus industrias afiliadas también van a verse afectadas, incluyendo los fabricantes de piezas de auto y de neumáticos.

El sector de la alimentación va a verse afectado de dos maneras. El alimento será más caro a medida que los precios del petróleo aumenten los costes de producción. A medida que crezcan los costes del petróleo, las dietas se modificarán porque la gente bajará en la cadena alimentaria y consumirá más producto local y estacional. Las dietas se adaptarán así más a los productos locales y a las estaciones en la naturaleza.

Al mismo tiempo, el aumento de los precios del petróleo también provocará que la producción de recursos agrícolas se destinen a cosechas de combustible, etanol o biodiesel. Precios del petróleo más altos plantean una competencia entre conductores opulentos y los consumidores de alimentos de bajos ingresos por los recursos alimentarios, plantando al mundo un nuevo y complejo dilema ético.

El descenso del petróleo y el transporte aéreo
Las líneas aéreas, tanto de pasajeros como de carga, continuarán sufriendo cuando los precios del combustible para aviación suban, simplemente porque el combustible representa su mayor gasto de explotación. Aunque las proyecciones de la industria apuntan un crecimiento del 5% anual en los recorridos de aviones de pasajeros durante la próxima década, esto parece altamente inverosímil. Los billetes de bajo coste pueden convertirse muy pronto en historia.

El transporte aéreo de carga puede resultar incluso más perjudicada, quizás llegando a un decrecimento absoluto. Una de las muertes más tempranas provocadas por el aumento de los precios del petróleo podría ser el uso de Jumbos para transportar el producto fresco del hemisferio sur a los países industrializados durante el invierno norteño. El precio del producto fresco fuera de estación puede llegar a ser simplemente prohibitivo.

La expansión de las ciudades y las urbanizaciones
Durante el siglo del petróleo barato, se construyó una enorme infraestructura para el automóvil en países industrializados que requiere grandes cantidades de energía para ser mantenida. Los Estados Unidos, por ejemplo, tienen casi 4,2 millones de kilómetros de caminos pavimentados, cubiertos sobre todo con asfalto, y más de 2,25 millones de kilómetros de caminos no pavimentados por mantener incluso si está bajando la producción petrolífera del mundo.

Las ciudades modernas son también un producto de la edad del petróleo. Desde las primeras ciudades, que tomaron forma en Mesopotamia hace unos 6.000 años, hasta 1900, la urbanización era un proceso lento, apenas perceptible. Cuando el siglo pasado empezó, había solamente algunas ciudades con millones de personas. Hoy hay más de 400 ciudades, 20 de ellas con 10 millones o más de residentes.

El metabolismo de las ciudades depende de concentrar enormes cantidades de alimento y materiales, y después depositar la basura y los residuos humanos. Con la capacidad limitada por carros estirados por caballos, era difícil crear ciudades grandes. Los camiones que funcionaban con petróleo barato cambiaron todo eso.

Mientras las ciudades crecen cada vez más grandes y los vertederos cercanos alcanzan su capacidad máxima, la basura se debe acarrear largas distancias hasta vertederos lejanos. Con el aumento de los precios del petróleo y los terraplenes disponibles retrocediendo cada vez más lejos de la ciudad, el coste de la disposición de basura también aumentará. Llegados a  un cierto punto, muchos productos desechables se pueden directamente tasar como fuera de existencias.

Las ciudades serán duramente golpeadas por la disminución de la producción petrolífera, pero las áreas residenciales lejanas y las urbanizaciones lo serán incluso más. La gente que vive en urbanizaciones mal diseñadas no sólo dependen de importarlo todo, a menudo también se aíslan geográficamente de sus trabajos y tiendas. Deben conducir para abastecerse de todo lo que necesitan, incluso para conseguir una barra de pan o un litro de leche.

Las urbanizaciones han creado una cultura de viajero, con el viaje de ida y vuelta diario que toma, en promedio, cerca de una hora al día en Estados Unidos. Mientras que las ciudades de Europa ya eran en gran parte maduras antes del impacto del automóvil, en los Estados Unidos, un país mucho más joven, se conformaron con el coche. Mientras que los límites de la ciudad generalmente se definen más o menos claramente en Europa, y mientras que los europeos se muestran reticentes a convertir tierras de labrantío productivas en urbanizaciones residenciales, los americanos tienen pocos miramentos sobre esto porque el campo fue largamente considerado como materia abundante.

Esta expansión fea y estéticamente incongruente de suburbios y líneas de centros comerciales no se limita a los Estados Unidos. También se encuentra en América latina, en Asia suroriental, y cada vez más en China. Volar de Shangai a Beijing proporciona una buena vista de la expansión de edificios, incluyendo hogares y fábricas, que están siguiendo los caminos y las carreteras nuevas. Esto está en agudo contraste con las aldeas firmemente construidas que conformaron la utilización del suelo residencial por milenios en China.

Los centros de compras y los enormes almacenes de descuento, simbolizados en la mente pública por Wal-Mart, eran todos subvencionados por el petróleo artificial barato. Aislados por los altos precios del petróleo, las urbanizaciones pueden mostrarse ecológica y económicamente insostenibles.

La necesidad de una nueva mentalidad política en la era post-petróleo
En la cercana transición de la energía, habrá ganadores y perdedores. Los países que no pueden planear a largo plazo, que se retrasen en la inversión en tecnologías más eficientes de petróleo y en nuevas fuentes de energía, pueden experimentar una declinación en su calidad de vida. La falta de habilidad de gobiernos nacionales para manejar la transición de la energía podría conducir a una falta de confianza en los líderes políticos y a la fallida de algunos estados.

Los líderes políticos nacionales parecen reticentes a hacer frente al descenso del petróleo que se aproxima y planear para esta nueva situación, aunque se convertirá casi de forma segura en una de las grandes fallas en la historia de la civilización. Las tendencias que actualmente se toman como garantizadas, por ejemplo la urbanización y la globalización, podrían casi invertirse del día a la noche en el momento en que el petróleo sea escaso y costoso.

Los países en vías de desarrollo serán doblemente golpeados mientras sus poblaciones en crecimento contínuo se combinen con una fuente de petróleo que se reduce, esto hará reducir constantemente el uso de petróleo por persona. Tal decrecimiento podría traducirse rápidamente en una caída en los estándares de vida. Si los Estados Unidos, el mayor consumidor e importador de petróleo del mundo, pueden reducir de forma importante su uso del petróleo, puede proporcionar el tiempo suficiente para que el mundo entero tenga una transición más suave en la era post-petróleo.


(*) Nota de traducción: Standard and Poor’s es uno de los primeros proveedores del mundo de créditos, índices, evaluación del riesgo, investigación de inversión, datos, y de valoraciones independientes

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Adaptado del Capítulo 2, " Beyond the Oil Peak," en Lester R. Brown, Plan B 2.0: Rescuing a Planet Under Stress and a Civilization in Trouble (New York: W.W. Norton & Company, 2006), compra disponible en: www.earthpolicy.org/Books/PB2/index.htm


Lester Brown - Earth Policy Institute
www.earth-policy.org



Modificado
09/02/2017

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