Generar menos residuos y reciclar para reducir nuestra huella de carbono



Generar menos residuos y reciclar para reducir nuestra huella de carbono


La separación en origen de los residuos es básica para posibilitar su reciclaje, con el que se ahorra energía y se evita utilizar nuevos recursos. 


El vermicompostaje permite gestionar una parte de los residuos orgánicos a escala local y urbana.






Hacer la recogida selectiva
Recoger selectivament la basura en casa y llevar las fracciones como papel, vidrio o envases plásticos al contenedor correspondiente ahorra energía, ya que permite su reciclaje. Fabricar un kilo de vidrio a partir de vidrio reciclado necesita un 30 % menos de energía que partiendo de material nuevo. Fabricar papel reciclado emite un 74 % menos de emisiones que fabricar papel de fibra virgen, pero actualmente las fábricas de papel reciclado de nuestro país han de importar papel de otros países en los que hay una mayor participación en la recogida selectiva. Dejemos atrás las dudas de una vez por todas y adquiramos un nuevo hábito, el reciclaje, que veremos que resulta imposible de abandonar una vez que hemos empezado.
Además de la separación selectiva en la vivienda, determinados residuos comportan problemáticas de contaminación y otros impactos, además de las emisiones de carbono ahorradas gracias a una correcta gestión, como los residuos especiales o electrónicos, que se han de llevar a los puntos verdes.


Composta la materia orgánica
La basura orgánica se puede convertir en un material rico en nutrientes que devuelve la fertilidad a la tierra, como sucede en la naturaleza.
Si participamos en la recogida selectiva de la materia orgánica, facilitamos que nuestra basura se convierta en compost o biogás en las plantas de compostaje o metanización. También podemos hacer el proceso en casa: podemos compostar los restos del jardín o, a nivel urbano, practicar el vermicompostaje, un sistema simpático de gestionar buena parte de nuestros residuos orgánicos gracias a la acción de las lombrices.


Reduce
Apliquemos la famosa frase de "el mejor residuo es el que no se produce", e intentemos reducir nuestra bolsa de basura. Hay muchas maneras de reducir la cantidad de residuos que generamos, desde comprar productos alimentarios con menos envases, a reciclar o reutilizar lo que se nos ha quedado anticuado, renunciar a las bolsas de plástico en las tiendas, así como a los productos de usar y tirar, intentar reducir la propaganda postal o ser más cuidadosos con los alimentos que compramos para no tener que tirarlos.




Resumiendo...
• Evitar generar residuos es la primera opción para reducir nuestra huella ecológica (evitando productos de usar y tirar, envasados excesivos, cosas que no necesitamos, o un exceso de productos alimentarios).

• La basura que generemos puede reciclarse fácilmente si la separamos selectivamente, ahorrando recursos y energía.

• Toda o parte de la materia orgánica puede ser gestionada localmente mediante el compostaje o el vermicompostaje.


Modificado
09/02/2017

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