Kioto, el primer paso de un reto apremiante




Kioto, el primer paso de un reto apremiante
16 de febrero 2005. Dejaremos constancia en estas páginas de la entrada en vigor del Protocolo de Kioto como tratado internacional. El protocolo suscrito por 34 países desarrollados y 107 en desarrollo señala que los países avanzados deben reducir una media del 5% las emisiones de COy otros cinco gases 2 invernadero en 2012 con respecto a las emisiones de 1990. Pero debemos ser sinceros y dejar claro que a los que predicamos la austeridad ecológica, Kioto no nos emociona, aunque reconocemos que aporta algo de sensatez a la sin razón con la que nuestra civilización aborda su cultura y sea algo que obligue a España hacer los deberes.
Por tanto, estamos de acuerdo en que es un pequeño paso para la diplomacia pero un gran paso para la humanidad, tal como se han atrevido a  parafrasear desde Naciones Unidas al primer hombre sobre la Luna. La lógica de Kioto es tan sólo el primer paso de un reto apremiante: reducir el impacto potencialmente devastador del caldo de gases con efecto invernadero que se acumulan en la atmósfera como consecuencia del uso indiscriminado de combustibles fósiles quemados. El modo de vida occidental comporta un consumo excesivo tanto de energía como de recursos naturales. Un estilo de vida que si bien en Estados Unidos es de pura perversidad se muestra como el modelo a seguir. Kioto debería marcar el inicio de una revolución política que impusiera la necesidad de reducir el consumo de la energía, y de fundamentar cualquier política sobre el imperativo de la conservación de los recursos planetarios.
Disponemos de la tecnología para reducir entre 4 y 10 veces el consumo actual. Pero también disponemos de los conocimientos para rediseñar el mundo, para aprovechar las energías renovables, para que los procesos industriales no sean contaminantes. Ser ecointeligentes es lo que deberíamos ejercitar y de este modo convertir Kioto en el inicio de una auténtica revolución. Una revolución que sería prudente iniciar antes del 2012 pues los riesgos crecen año a año…











Modificado
09/02/2017