Moverse en la ciudad




Modificado
09/02/2017

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Moverse en la ciudad
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La bicicleta es un vehículo urbano ideal.
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Circular por la ciudad en coche resulta muy poco práctico.
Háztelo en bici
En el siglo pasado, la gran mayoría de los viajes se hacía a pie o en bicicleta. Hoy día esta costumbre se ha perdido. Aunque haya más bicicletas que coches en el mundo, solamente el 3 % de los desplazamientos se hacen en este medio de transporte limpio. El 97 % restante se hace con otros vehículos, preferentemente en coche. En un país como el nuestro, caracterizado por una excelente climatología, la bicicleta es un vehículo urbano ideal.
Fomentar el uso de la bicicleta, no acabar con él
Todo viaje que emprendemos con un vehículo a motor tiene consecuencias negativas para el medio ambiente y para nosotros mismos. Actualmente únicamente caminamos para hacer recorridos mínimos y utilizamos constantemente el coche o la moto para llegar a lugares que distan menos de 1-1,5 km.

Este fenómeno se da en todas la aglomeraciones urbanas, excepto en China, donde por norma hay más bicicletas que coches. Ahora bien, esto puede cambiar, porque en los últimos años las autoridades han emprendido iniciativas para eliminar como sea los tres millones de ciclistas de los seis millones de habitantes en favor de motos y coches. Este cambio se fomenta en el hecho de que los conductores de los vehículos motorizados no pueden circular con la fluidez necesaria. Con una tendencia mundial a reducir el volumen de combustibles fósiles quemados, por su incidencia en hechos tan relevantes como el efecto invernadero, la reducción de la capa de ozono y la lluvia ácida, por nombrar los más importantes, esto no se entiende.
Elige el transporte público
Con la cantidad de energía contenida en un solo litro de gasolina, un coche recorre unos 6,5-9,5 km. Con la misma energía, un ciclista es capaz de hacer un trayecto de 570 km. En las ciudades, el vehículo privado siempre tendrá todas las desventajas frente al transporte público o formas alternativas de circular, ya sean las bicicletas, los patines o ir a pie. Pensemos que la velocidad de los coches por la ciudad no supera los 25 km/h, mientras que una bicicleta avanza a 15 km/h. En cambio, el metro va a una velocidad de unos 50 km/h.

El transporte público siempre será más eficiente que el coche y se podrá desplazar 50 km más allá que una misma persona que fuese sola en coche. El tren incluso llega a hacer 300 km con el mismo consumo energético. En este sentido, un dato interesante es la cantidad de calorías que necesita un determinado sistema de transporte. Así, para hacer 16 km en bicicleta se necesitan unas 350 calorías de energía, mientras que la misma distancia con un coche consume 18.600 calorías, el equivalente a 2 litros de gasolina.

Resumiendo ...
En trayectos más largos, cojamos el transporte público.

Si tenemos bicicleta, utilicémosla.

Pidamos que las ciudades estén concebidas para estos tipos de transporte y no sólo con criterios automovilísticos.

Pensemos antes de coger el coche para hacer un recorrido y recapacitemos si hay una forma alternativa de transporte.

Hagamos que nuestros hijos utilicen el transporte público o que circulen a pie o en bicicleta.

Te recomendamos un libro: Ciudades. Alternativas para una vida urbana sostenible (Herbert Firardet, Celeste Ediciones).