Valorar los cardos




Valorar los cardos
Cardos con seitán
Los cardos son una verdura de estación escasamente apreciada, aunque su cultivo, junto con el de la alcachofa, se remonta al antiguo Egipto. Los españoles introdujeron la planta en Sudamérica y Argentina. Actualmente se la conoce como cardo de Castilla.

Es un buen alimento para los diabéticos por la presencia de inulina y la ausencia de fécula. El toscano Pier Andrea Mattioli (Siena, 1500 - Trento, 1577) nos recuerda una moda culinaria del siglo XVI: "Los cardos, blanqueados con gran artificio y enternecidos, hoy suelen tomarse durante la cena, también crudos, como último plato, aliñados con sal y pimienta". El blanqueado "con gran artificio" que comenta Mattioli podría referirse al mismo procedimiento que se emplea con las alcachofas para que no ennegrezcan: se sumergen, a medida que se vayan pelando, en agua con limón; después se cuecen (destapadas) en agua a la que se habrá añadido un par de cucharadas de harina, gotas de limón y un chorrito de aceite.

Los cardos son muy apetitosos desde finales del invierno hasta bien entrada la primavera y admiten toda clase de guisados, ya que se adaptan a todos los sabores. Una muy buena manera de aprovechar las propiedades de esta verdura es preparar cardos con seitán.

Ingredientes para la preparación


- 1 kg de pencas (hojas carnosas) de cardo
- 400 g de seitán
- 75 g de almendras tostadas
- 4 dientes de ajo

- miga de pan
- aceite de oliva y sal marina

Para el caldo blanco:
- 2 l de agua
- dos cucharadas de harina
- unas gotas de limón
- un chorrito de aceite



Elaboración
(1) Pela y corta los cardos en trozos de cinco centímetros, aproximadamente, dejándolos en agua con limón. (2) Sumerge los trozos en agua hirviendo y, cuando rompan a hervir de nuevo, sácalos del recipiente. Pon al fuego el caldo blanco, llévalo a ebullición, echa los cardos y sálalos. Cuécelos hasta que estén tiernos (alrededor de una hora y media). (3) Mientras, asa los ajos con piel en aceite. Una vez asados, retíralos y, en el mismo aceite, dora el seitán cortado en escalopas. Reserva el seitán. (4) Escurre los cardos ya hechos y reserva una taza grande del caldo blanco. (5) Pica en el mortero los ajos asados y pelados (sin corazón), las almendras, la miga de pan empapada en el caldo que has reservado y una pizca de sal. (6) Pon en una cazuela los cardos, el seitán, la picada, la taza de caldo y un chorrito de aceite crudo. Rectifica de sal si es necesario y hierve dos minutos más.


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Vuestras sugerencias y otras aclaraciones
¿Conoces el seitán? El seitán, originario de Japón, es gluten de trigo. Por su alto contenido en proteínas, puede ser un sustituto de la carne en dietas vegetarianas. Además, su aspecto y textura se asemejan al de la carne.




Modificado
09/02/2017

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