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El lgo que me tiene loco consumidor. |
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Mi flamante pack de eFSCcientes paletas.
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Una de las paletas clave. |
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El atril sola (recurso vegetal), eFSCciente y su elegante etiqueta mientras tomo medidas para soporte exposición. |
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Estoy
pensando en buscar terapia, ya que como intento no consumir mas allá de
los justo hay impulsos que he visto que no puedo controlar. La
certificación FSC, la más bella historia de amor entre los humanos y
los bosques explotados por ellos, y yo, tenemos una relación histórica,
que no pasa de lo casi bucólico con pequeña dosis de activismo, pero no
daré detalles. Lo que me ocurre es que el sello del arbolillo me
ecopone cuando lo veo en una estantería acompañando un producto o parte
de este, que salió del bosque. En algunos lugares donde colaboro la
pasión por la protección de los árboles es enorme, se dan casos más
patológicos que el mío propio, pero puestos en serenidad debes saber
que se han hecho cosas extraordinarias por trazar desde el bosque a
nuestro consumo final el mejor y el más ético y responsable de los
caminos.
Los guerrilleros de la verdepaz impulsan desde
tiempos a la lucha por que la certificación deje de ser poco
apreciable, los titanes madereros se ríen todavía. Los trabajadores de
Greenpeace se suben a los barcos cargados de madera ilegal cuando haga
falta para colocar el mensaje en amarillo chillón y que se vea, stop
destrucción, aquí las soluciones que proponen. Han impulsado editoriales que certifican libros, tienen autores de prestigio
de colegas, todos quieren que lo bello y útil se haga bien. La Fundación
Tierra se sumó al carro y puso patas arriba incluso a las entidades
certificadoras del FSC, creo una cadena de custodia para artes gráficas
disponible para pequeñas organizaciones y empresas, aquí todo sobre el grupo Ecoterra.
Y como todo lo que es valioso en el mercado intenta ser fagotizado por
los canallas, la certificación de explotaciones forestales nada
amigables es ahora campo de batalla entre lo justo y lo tirano dentro
del FSC. Pero la certificación FSC es fuerte, hay una asociación
estatal, FSC Spain, en su web
te puedes poner al día de cómo esta el tema, conocer todo lo básico y
generar juicio de valor sobre lo que hay detrás del arbolillo y las
tres siglas. Puedes encontrar un directorio actualizado de las empresas
que se han mojado y están certificadas en sus procesos productivos para
entregar al mercado final certificados productos. En terra.org, aquí, tienes un espacio extraordinario, un directorio de productos FSC del
mercado de aquí, puertas, tablas, muebles, papel, en fin, mucho de lo
que te puede alguna vez hacer falta desde actos de consumo responsable.
Bueno,
volviendo a mi patología eFSCiente, ahora que ando preparando labores
para el cambio, llevaba un tiempo buscando un soporte para exponer
carteles y siempre me habían seducido los atriles de los artistas
pintores. En una incursión de observador de tendencias de consumo me
encontré en los supermercados populares LIDL una caja con atril de
madera (oolé, energía solar concentrada), de haya, dije anda que bien,
pero bueno colega cuando en uno de los laterales de la caja de cartón
vi el logo del FSC, uff, qué agradable sensación, simplemente flipé,
...ohh qué placer. Claro, esto para un activista del consumir lo justo
y emocionarse de esa manera, cuando lo he comentao con mis cercanos,
enseguida me han puesto en observación. Miré el precio y compre cuatro,
pensaba en tres, pero con ese logo no me pude contener. Ya veo la expo,
colocada en interiores, sobre un laboreo de madera tipo fresado de una
calidad suprema, sin tratamientos químicos, bello, agradable y
certificado.
Pero déjame que ponga un poco de rigor, nada más
llegar a casa cargao de atriles FSC me pillo la etiqueta mientras la
colega de convivencia me miraba, intuyo su preocupación. Una vez
argumentado el tema quedamos en mirar con detalle los síntomas. Al poco
me miro el código internacional que identifica la trazabilidad
industrial y me voy con él al web oficial del FSC, anda en inglés y en español, estupendo, con el objetivo de saber sobre quien ha manipulao el noble material madera, cachis, aquí en inglés el buscador.
Anda, pongo el número de certificado y me da error, leo en la etiqueta
del atril GFA, que son las siglas de la empresa certificadora, luego
COC que significa cadena de custodia y finalmente 1338, y nada. Ya
mosqueao indago y me voy directo al web de GFA, retorno al buscador de
FSC y vuelvo a probar y anda, sale, respiro tranquilo. Me entero que la
empresa propietaria de la actividad se llama Paget Trading LTD, el
número lleva dos ceros delante y que están en Singapur, tienen el
certificado en vigor y validado y se dedican a juguetes y accesorios de
madera rumbo a Europa, por lo tanto, he trazado el viaje de la madera,
quien la ha hecho, sé que es legal en su relación con el bosque y la
vida dentro de él. Estoy contento y me lo tomo como un calmante
resolutivo de mi patología consumidora compulsiva de FSC casi a destajo.
Bueno,
y ya acabo, resulta que tengo en volandas acciones de ecoalbañilería
amateur y andaba buscando un par de paletas especiales, hoy, pasando
por el LIDL con la emoción patológica de la búsqueda de productos
interesantes, toma ya, me encuentro una oferta de paletas, a precio
interesante, esta una de las dos, tienen mando de madera y toma ya, el
logo del FSC. Se me sube la bilirrubina o parecido, cojo el paquete me
voy contento hacia la caja, los efectos adversos de mi debilidad me han
hecho coger cuatro paletas que van en el pack, tres de ellas
interesantes, la otra ya la tengo, pero claro, son FSC. Camino de la
caja, me encuentro con una espátula también en busca y captura, aquí ya
voy directo a buscar el logo y bueno, sudores, también está. Enfilo a
la caja sin mirar más, aunque no lo puedo controlar, mi pasión por
encontrar y consumir madera FSC de forma responsable me tira pero
controlo, tengo que superarlo me digo, me voy contento y me prometo no
venir más y entrar en terapia, pero veremos.
Me acuerdo de una
visita a un súper de la cooperativa de pasta de gente de aquí Eroski y
como casi me compro una caja de paquete de folios certificados por el
FSC, pero no. En otras visitas de consumidor controlado a BauHaus,
recuerdo la emoción de encontrarme en una pasillo lleno de productos
FSC, puertas, ventanas, tablas y parkets, ufff, lo cierto que aquí
pensé a quién le hacia falta una ventana y consumirla, pero lo superé.
Tengo un lápiz y un paquete de folios encima de mi mesa de trabajo, los
compre en Ecoreciclat, no pude contenerme la fiebre del arbolillo. Y bueno, cuando me llegó el catálogo de la papelería sostenible Dinamo y
encontrarme con un porrón de productos de oficina con el logo del
árbol, me dije, me lo compro todo, venga, pero aquí también lo pude
superar, aunque no sé cuánto aguantaré.
He creído bueno hacer terapia de grupo virtual aquí, soltar datos y quedar liberado y todo sin consulta especializada.
Mis mejores deseos de acercamiento eFSCciente a tu consumo responsable de maderas y bosques del mundo.
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