El oligopolio eléctrico contraataca

Las empresas del oligopolio eléctrico de las energías sucias son la retaguardia del mundo insostenible que está desmoronándose. Hay signos evidentes de ello, sólo falta que la ciudadanía reaccione y sea consciente de ello. Iberdrola, por ejemplo, ha ganado cerca de 14.000 millones de € durante la crisis y sus ejecutivos son los mejores pagados del mundo en el sector energético (tienen sueldos 30 más altos que sus homólogos en Japón y 5 veces los de sus homólogos en Alemania).

Para que quede claro como se reparten el pastel las eléctricas.

A finales de diciembre 2013 el Gobierno Español se puso en evidencia: son meros lacayos de las empresas eléctricas (con su patronal UNESA como portavoz) al no actuar frente a la manipulación del sistema de subasta CESUR con el que se fija el precio de la electricidad en España. Es un tejemaneje que se montan las propias empresas eléctricas, con la venia del Gobierno, que por eso tienen tantos ex cargos en sus consejos de administración.

 

Publicidad engañosa

También a finales de 2013, Iberdrola y Endesa lanzaron sendas campañas publicitarias omitiendo conceptos para advertir que la subida de la luz no era culpa suya. En la campaña, Iberdrola afirma que la factura mensual de un hogar medio asciende a 51 euros, cuando según los datos que maneja la OCU, cada hogar español gastó una media de 82,5 euros al mes en 2012 (año en el que ni siquiera se habían hecho efectivas las continuas subidas del pasado año). Pero la realidad todavía es peor, según Facua, el recibo medio de la luz en 2013, asciende a 85,8 euros, casi el doble de lo que afirma el anuncio.

Luego, Iberdrola argumenta que el 62 % del recibo que el consumidor paga por la electricidad no va a parar a sus bolsillos, ya que es para impuestos y subvenciones. Sin embargo, Iberdrola fue una de las eléctricas que más dinero recibió en el último ingreso de la desviación. En concreto, tal y como publica el BOE (27 diciembre 2013), la compañía se benefició de hasta un 35,01% del total destinado al sector por parte de la Comisión Nacional de los Mercados y la Competencia (CNMC).

Iberdrola, del oligopolio eléctrico da también datos parecidos en algunos de sus anuncios. Para ellos es el 62 %. Sobran los comentarios...

Según el anuncio de Iberdrola, en un hogar de tres miembros, la propia compañía desglosa qué porcentaje de la factura va destinado a cada una de las partes (empresa e impuestos). Especifica el destino del recibo eléctrico según:

- coste de la energía: 37%,
- impuestos: 31%,
- subvenciones medioambientales (es decir, impuestos para pagar primas a las energías renovables): 19%,
- subvenciones territoriales: 4%,
- ayudas sociales: 3%,
- otros: 7%

Pero en cambio, los datos de la CNMC distribuye estos porcentajes de otra manera (obsérvese que en muchos aspectos no coinciden con los de Iberdrola):

- coste de la energía: 37%,
- transporte de la energía: 3%,
- impuestos: 21%,
- subvenciones a las energías renovables: 17%,
- pagos a distribuidores: 10%,
- compensaciones a las islas: 4%,
- deudas de años anteriores (déficit de tarifa): 3%

 

Un precio hecho a medida

El precio de la electricidad viene determinado por dos componentes. Por una parte, el componente regulado es determinado por el Gobierno, quien fija los peajes eléctricos que cubren los costes correspondientes al transporte, distribución, las subvenciones para las energías renovables y la amortización del déficit de tarifa, además de otros costes como el bono social (todos estos conceptos acaban beneficiando a las eléctricas). Los dos últimos acaban en manos de las eléctricas del oligopolio energético pero en conceptos diferentes.

Luego está la componente liberalizado que cubre el coste de la energía, y se fija en una subasta trimestral en la que intervienen más de 20 compañías nacionales e internacionales, dedicadas a la generación y al trading de electricidad. Son las denominadas subastas CESUR. Estas subastas están, como se demostró en la última subasta de 2013, claramente amañadas. Vaya, no participa ningún árbitro sin intereses en el sector.

Endesa muestra que si la electricidad cuesta más dinero es porqué el 56 % son impuestos. No dicen cuántos de éstos les vuelven a sus bolsillos

Por su parte, Endesa argumenta de forma parecida y echa la culpa a la retribución ambiental de las renovables (cuando éstas retribuciones están perfectamente justificadas por su bondad económica y ambiental, además que también benefician a las empresas eléctricas que poseen estas plantas). Endesa, como empresa oligopolista argumenta que la factura de la luz de España ha subido por encima de la media europea a lo largo de los últimos 5 años, entre otras causas, porque en muchos países europeos las ayudas a las renovables no están incluidas en la factura del suministro, como ocurre en España, sino que se pagan mediante impuestos o tasas. Por ello, la única comparación homogénea es con impuestos. Por ejemplo, en Alemania los precios son más caros, al incorporar una tasa para financiar las energías renovables. De igual forma, otros países como Dinamarca e Italia tienen precios más altos que España (los salarios daneses también son muy superiores). España tiene la tercera electricidad más cara de Europa, sólo superada por Chipre e Irlanda.



La estafa del déficit de tarifa

Desde 2005, la facturación eléctrica media ha sufrido un incremento del 71%. Así, un cliente con una factura de 59€ en ese año, actualmente paga 100€, pero sus conceptos no han crecido por igual.

El coste de la electricidad es oscuro y manipulado por las propias empresas y como se ha podido observar, con el visto bueno del Gobierno.

En Francia, el monopolio eléctrico y principal productor de energía nuclear del mundo se publicitaba (Enero 2014)  como “empresa” a favor de las renovables. ¿Desde cuándo las centrales nucleares son una buena idea para el medio ambiente?

El oligopolio eléctrico argumenta que son las subidas en los impuestos y otras cargas no directamente relacionadas con el suministro eléctrico (como las subvenciones a las energías renovables, el pago del déficit acumulado, o los impuestos incluidos en la factura de la luz), las que han incrementado en un 189% el precio desde 2005. Estos impuestos mayoritariamente acaban en manos de las mismas eléctricas, pero les sirve de excusa para concluir que la distribución y entrega al consumidor final de la electricidad sólo ha subido un 12% desde 2005, mientras que el coste de la vida ha subido un 24,3% en ese mismo periodo de tiempo. De este modo se argumenta el llamado déficit financiero de la tarifa eléctrica (establecido por el Gobierno del Presidente Aznar) que benefició y sigue beneficiando a los bancos que participan del accionariado de las propias eléctricas.

En definitiva, un tejido complejo para que no se pueda ni denunciar judicialmente ya que está avalado por leyes del gobierno. Es una estafa legal en toda regla para seguir exprimiendo los consumidores. 

Ahora además, cuando se ha visto que el consumo eléctrico ha bajado, el Gobierno ha subido la tarifa del término de potencia. Precisamente, el término fijo, que no depende del consumo que hagas. Así que ándaros con cuidado pues, si no adaptas tu término de potencia a la realidad de tu hogar, pagarás más por nada, de ahí que se promueva la bajada de potencia.

En cualquier caso, no queda más remedio que la desobediencia energética la cual empieza por contratar electricidad verde e instalarte paneles para el autoconsumo alistándote a la Guerrilla Solar.

Modificado
09/02/2017

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