Una bicicleta poco legal

Análisis de la bici urbana de un candidato. Imagen publicada en La Vanguardia del 23 de febrero 2008.

 

Detalle de la bici del candidato del catálogo de Trek España, una Navigator 3.0 sin luces y a lo loco...

 

Kettker Layana, una bicicleta urbana por excelencia, pero sobretodo bien equipada: con cambio interno y con luces de serie accionadas por una dinamo de buje. Cuesta lo que vale, unos 800 euros. Una máquina para toda la vida.

 

El sistema de pedaleo sin punto muerto de Rotor, una buena elección para una bici de un candidato político.

 

La forma de corazón del sillín de Duopower, una distinción de salud para conservar o no las partes perineales.

 

Febrero, 2008. A veces, una simple imagen dice más que mil palabras y frente a una entrevista política uno puede sucumbir a la curiosidad por el personaje más allá de lo que dice la imagen… Pero este señor en bicicleta, este sueño de bicicleta que monta atraganta a cualquier biciclista urbano. Es un modelo de una marca impecable, la Trek Navigator 3.0 de 500 euros (clasificada como bici para mujeres por el fabricante) aunque es de una calidad mediana. Un cuadro de bicicleta urbana manejable, pensada para moverse sobre el asfalto con comodidad y con casi todo el equipamiento necesario para pedalear, pero le falta algo y también le sobra. Aquí va un análisis políticamente correcto de una bici urbana.

El asfalto es mejor

En primer lugar, la bicicleta está en marcha sobre la acera. Mal. A la bicicleta urbana le gusta el asfalto y, aunque muchos piensen que éste es peligroso, no es lo que parece cuando uno circula por él con atención (los cochinos se asustan cuando van detrás de un ciclista). Es cierto que la ventaja de una buena bicicleta es poder circular por espacios en los que el peatón tiene preferencia, pero debería ser la excepción. Sin embargo, el biciclista de esta imagen, un político, debería haberse fotografiado sobre el asfalto en un carríl bici taponado por un coche de la guardia urbana. Algunos ilusos comentaban que debían multarlo por no llevar casco o circular por la acera, pero no es obligatorio el casco por ciudad y se puede circular por aceras anchas, como la que se aprecia. Podría haber buscado un espacio en el que advertir que, aunque Barcelona ha sido pionera en impulsar la bicicleta como medio de transporte y permitir circular por las aceras anchas y ha impuesto el bicing o bicicleta de alquiler a golpe de talonario del dinero colectivo, no ha hecho todos los deberes para pacificar el tránsito y que haya más carriles bici seguros y de trazado coherente.

La falta de luces sí que es imperdonable

Pero quizás, más allá de una cuestión de actitud de este político de centro, lo que sorprende es que no debe conocer muy bien las normas de circulación, por lo que al mostrar su flamante bicicleta debería ser amonestado. Y es que su bicicleta no lleva luces, ni delantera ni trasera y, si bien circula a pleno día, debería llevarlas por imperativo legal. Otro detalle: no lleva cubrecadenas ni tampoco pinzas en el pantalón. Por lo que está claro que su relación con la bicicleta no va más allá de la instantánea, pues su bonito y caro pantalón podría quedar manchado con la grasa de la cadena o incluso podría troceárselo en caso de que se le enganche en la misma (¿qué dirían los de la tienda de Passeig de Gracia que le han vendido el pantalón?).

Falta de apoyo a la bicitecnología saludable Made in Spain

Está claro que el sujeto pocas veces va en bici; observe el lector pues la posición que adopta. El sillín está exageradamente bajo respecto al manillar. Pedalear en esta posición es no sólo incómodo sino nada aconsejable para “hacer salud”. Hemos insistido en lo importante que es la ergonomía y la talla de la bicicleta así como la posición más adecuada para pedalear con gusto con la máquina verde. Además, si el sujeto fuera un biciclista habitual sabría que, a pesar de ser una bicicleta de buena marca, el cambio de marchas más aconsejable sería el cambio interno, pues en los semáforos se puede cambiar para arrancar con la marcha más adecuada (en toda Europa la mayoría de las bicis urbanas van con este cómodo sistema). También sabría que un sistema de pedaleo sin punto muerto como el de la empresa española Rotor Componentes Tecnológicos sería, además, adecuado para alguien que aspira a estar en el Congreso español y que va a estar seguro. Porque resulta que es una empresa española la que ha inventado el único sistema de pedalear que incrementa la eficiencia de la fuerza de las piernas, además de proteger la musculatura, porque tiene un pedaleo más armónico. En fin, aunque algún día todas las bicicletas irán en Rotor este biciclista ilustre podría haberse fotografiado con una bicicleta americana pero españolizada con la mejor tecnología, lo cual sería más acorde con su mensaje. También está claro que no sabe nada de cataplines y que puede que los tenga ya tan gastados que no li interese el sillín anticataplines que otra empresa española, Duopower, ha inventado para un mundo saludable. Una empresa barcelonesa que se empeñó en diseñar un sillín que no maltratara delicadas vulvas ni adormeciera penes joviales. En fin, un sillín poco conocido porque la gente no conoce la libertad de sentarse sobre los isquiones.

 

Se la robarán en un periquete

Pero, en fin, no criticamos la pose de este político responsable. Lo que nos interesa, más que la sinceridad de su mensaje, es que no disponga de un buen un equipo para aconsejarlo en cuestiones de ecología práctica. A veces, para una foto no basta tomar la primera bici del escaparate de una tienda prestigiosa, pues le pueden endiñar una bici no ajustada a las normas de la ciudad (como es el caso) por la que el susodicho está circulando. Aunque todo tiene remedio y es que, cuando la aparque en algún biciparking con la U antirobo que lleva, el más casposo de los cacos se la cepilla en un periquete. Quizás también debería saber el candidato que el robo de bicicletas es una plaga urbana y que si uno quiere disfrutar de una bicicleta de marca como la suya como mínimo debe llevar una U de calidad, que las hay. Aunque si la poli de este país pusiera empeño, el robo de las bicis se podría terminar tan rápido como las gripes invernales.

 

Ponga salud en su bici, señor candidato

Vamos a dejar este análisis de una bicicleta políticamente incorrecta en sus formas más elementales. La próxima vez, aconsejamos que su equipo de imagen no le permita que explique que cuando era joven recorría 4,5 km en bicicleta para ir al instituto con el almuerzo en la fiambrera porque, si lo hacía como muestra ahora esta foto, pues está claro que ir en una bici poco saludable le está pasando factura (y no es muy ejemplarizante). Pero que conste que no es una cuestión de política esta foto, sino un puro análisis objetivo que cualquiera de los que defienden que la bicicleta es de veras un sistema de transporte alternativo, saludable y ecológico puede hacer. Aunque quizás deberían recordarle que en las ciudades españolas faltan inversiones públicas para no tener que competir con el espacio del peatón (aunque no sea peligroso, es poco político dar ejemplo evitando el asfalto) y sobre todo para divulgar cómo se puede poner salud en la bicicleta y evitar cascarse todo el cuerpo con una mala posición y un mal equipamiento. En fin, esperemos que el análisis de esta imagen bicicletera sirva para que muchos ciclistas se pregunten sobre cómo superar el síndrome de la bici vieja para que no se la roben mientras uno se va esquilmando la salud a golpe de pedales. Así que si una imagen vale más que mil palabras: en la próxima bici valoren poner salud a su bici.

Modificado
09/02/2017

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