Sabio no es el que da las respuestas correctas: es





Sabio no es el que da las respuestas correctas:
es el que hace las preguntas correctas.
Claude Levi-Strauss

No hay duda de que la situación ambiental de nuestro planeta no es halagüeña. Los interrogantes que plantean ahora mismo las anomalías climáticas, el incremento de sustancias tóxicas en todos los medios, la presencia de nitratos y nitritos en las aguas subterráneas o la extinción de especies animales y vegetales son inaplazables. Los políticos achacan a los técnicos el no poder tomar decisiones. Los técnicos argumentan la falta de datos fiables para emitir informes rigurosos. El ciudadano de a pie sólo reacciona ante aquello que le afecta particularmente, pero sin ánimo alguno de cambiar sus hábitos con el fin de ser parte de la solución. El tiempo pasa y todo parece indicar que las preguntas ecológicas que nos formula nuestro planeta no exigen más demora. Pero quizás las preguntas que nos parecen urgentes sólo son un espejismo de realidades ajenas a nuestro verdadero protagonismo como especie. De hecho, la única especie de la naturaleza que por no tener un papel ecológico concreto y tenerlos todos a la vez puede ser prescindible. Quizás la respuesta correcta al reto ecológico emerja de la reflexión sobre cómo habitamos nuestro nicho ecológico planetario. Tan simple y complejo como la vida misma.



Modificado
09/02/2017

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