Filosofías ecofeministas

La sostenibilidad es femenina
 
En 1975 la feminista Rosemary Radford Ruether escribió en su libro Nueva Mujer/Nueva tierra que "las mujeres deben darse cuenta de que no podrán llevar a cabo su liberación ni encontrarán soluciones a la crisis ecológica mientras la sociedad continúe fundando sus modelos de relación en sistemas de dominación. Las demandas del movimiento de la mujer y las del movimiento ecológico deben unirse para afrontar así una reforma radical de las relaciones socioeconómicas y de los valores de nuestra sociedad industrial". Sin embargo, el término ecofeminismo lo introdujo en 1974 la feminista Françoise d'Eaubonne para enfatizar el potencial que tienen las mujeres para lograr una revolución ecológica. Al fin y al cabo, las preocupaciones ecológicas y feministas han abarcado temas comunes tales como la salud, el desarrollo tecnológico, el pacifismo, el activismo antinuclear y antimilitar. El reto para las feministas y los ecologistas es transgredir los modelos que afeminan la naturaleza y naturalizan la mujer para mutuo perjuicio. El modelo mecanicista de la visión de la naturaleza como un máquina es el que ha permitido conceptualmente justificar la explotación de la tierra (femenina) y con ella de la propia mujer. Como es lógico, en toda idea surgen diferentes puntos de vista y el ecofeminismo no ha sido una excepción: diferentes posturas feministas (liberal, tradicional, marxista, radical, socialista, etc.) conviven con una valoración distinta sobre los problemas ecológicos.

Portada del libro de la Editorial Icaria

En este ensayo se recogen hasta ocho conexiones para la comprensión entre el feminismo y el medio ambiente. La histórica y causal, con los cambios culturales y científicos ocurridos durante la revolución científica que se decantaron por la explotación de la naturaleza y la subordinación de la mujer. La conceptual, que busca la base de las dominaciones gemelas de la mujer y de la naturaleza en dualismos como razón/emoción, mente/cuerpo, cultura/naturaleza, humano/animal, hombre/mujer. Y por ello por qué emoción, cuerpo, naturaleza, animal o mujer se consideran inferiores. Una inferioridad que tiene muchos paralelismos en el propio lenguaje sexista. La razón empírica de experiencia muestra los lazos rituales de las mujeres y los indígenas con la tierra. Razones epistemológicas, por las que se apuntan las convergencias entre los intereses feministas y ecologistas. La visión simbólica, que explora la asociación y devaluación simbólica de la mujer y de la naturaleza o de la literatura y el arte. En este sentido, algunas ecofeministas señalan que la expresión Madre Tierra esconde una potencial subordinación como lo prueba que a menudo las mujeres son descritas con nombres de animales tales como: zorras, víboras, pájaras, etc., o que la explotación de la naturaleza se describe en términos femeninos y sexuales, tales como naturaleza violada, conquistada, domada, controlada, etc. No faltan las estudiosas de la ética en las conexiones del ecofeminismo y el ecologismo. Como en todo movimiento filosófico, las teoréticas son las que buscan éticas reveladoras sin inclinaciones falocráticas. Y, finalmente, la política, visión producto del necesario activismo social que surge de la propia revolución ecológica y feminista.

Filosofías ecofeministas es un libro que recopila quince aportaciones de las principales pensadoras de este movimiento explorando las ocho conexiones comentadas. Es una obra que no puede considerarse estrictamente de divulgación, sin embargo, la seleccionamos por su exclusividad y por ser única en su género en lengua española.

Es evidente que no podemos avanzar en la protección del entorno si no cambiamos el paradigma machista o falocrático imperante. La paternidad implica el engendramiento y la expansión sin límite, mientras que la maternidad implica el sustento y el cultivo. Esta idea expuesta por Annette Kolodny en La dama de la tierra (1975) sintetiza, sin duda, lo que cada vez más personas piensan: que nuestro mundo o se vuelve femenino como valor dominante o no tiene futuro.

Ficha técnica:

Filosofías ecofeministas
La sostenibilidad es femenina
Karen J. Warren (ed.)
Icaria Editorial
Ecología Humana
Barcelona, 2003

Modificado
09/02/2017

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