Turistas y peregrinos.

Satish Kumar es un visionario que combina su perspectiva espiritual con un preocupación práctica por convocar a los seres humanos a vivir mejor sobre la Tierra y con sus semejantes. ¿Turistas o peregrinos? Un peregrino por la Tierra es un libro que a modo de conversación el autor nos ofrece con su tradicional franqueza y simplicidad la importancia de viajar para hacer un viaje interior porqué nuestro paisaje interior es influido por el paisaje exterior de la naturaleza y viceversa. Por este motivo argumenta que un viaje a los lugares sagrados como Santiago de Compostela u otros espacios nos motiva a explorar nuestros paisaje interior y hacer nuestro viaje a la sagrada fuente que allí se halla. El libro es un alegato a la vez de la simplicidad y de la tecnología al servicio de la Tierra y de la humanidad. El progreso sin principios, la ciencia sin espiritualidad, el consumismo sin conciencia, el dinero sin ética y el conocimiento sin sabiduría destruyen la cohesión social y las relaciones humanas. Cuando nos alejamos de la simplicidad y nos centramos en la acumulación de más y más posesiones, tanto materiales como no materiales, sacrificamos el papel central que tienen las relaciones humanas, y el resultado es la soledad. La experiencia de Satish Kumar, que en su juventud viajó a pié desde la India a Estados Unidos por la Paz brota en este libro lleno de frescura y sabiduría. El conjunto de conversaciones que recopila son una buena reflexión para un mundo en el que todos aspiramos a ser turistas y que esta actividad mueve millones de personas anualmente con el consecuente trasiego de emisiones que contribuyen al calentamiento global. Sin duda, para animar a su lectura no encontramos mejor motivo que transcribir unos párrafos que, sin duda, sintetizan la idea central de este libro innovador.

¿Turistas o peregrinos?. Un peregrino por la Tierra.
Autor: Satish Kumar
Colección: La mirada esférica
Editorial Icaria
Barcelona, 2010.

"Podemos vincularnos con nuestro planeta Tierra de dos maneras. Hacerlo como turistas y percibir a la Tierra como fuente de bienes y servicios para nuestro uso, placer y disfrute, o podemos actuar como Peregrinos de la tierra y tratar el planeta con reverencia y gratitud. Los turistas valoran a la Tierra y a todas sus riquezas naturales sólo en términos de su utilidad para ellos mismos. Los peregrinos perciben al planeta como algo sagrado y reconocen el valor intrínseco de toda la vida. La Tierra viviente, con toda su gracia y su belleza, es buena en si misma.

Los turistas hallan gratificación en el consumo de los dones de la naturaleza. Los peregrinos encuentran fascinante conservar lo que la naturaleza generosamente nos ofrece. Las abundantes aguas de los océanos, la vitalidad de los bosques y selvas, la comunión de las aves danzarinas, la tranquilidad de los valles y la resistencia de las magníficas montañas brindan un sentimiento de dicha, sobrecogimiento y asombro a los corazones de los peregrinos. Para ellos, dios es la naturaleza y la naturaleza es su dios. La naturaleza es su maestro, su gurú y su guía. A veces la llaman Gaia, diosa de la Tierra, y en otras ocasiones simplemente la llaman Madre Naturaleza.

Los pueblos indígenas del mundo vivían y se comportaban como peregrinos. La Tierra era su templo, su iglesia, su mezquita. Se internaban en lo salvaje en su búsqueda de visión. Se sentaban bajo los  árboles para rezar y meditar, y no miraban hacia el cielo para hallar el paraíso, pues su paraíso estaba aquí en la Tierra.

Ser peregrino significa recorrer una senda de aventuras, salir de nuestras viejas y confortables zonas de certidumbres ya aprender a sentirnos a gusto con la incertidumbre, con las sorpresas, con lo impredecible. Debemos liberarnos de nuestros prejuicios y de nuestras presuposiciones, y avanzar a pasos largos hacia lo desconocido. Temer a lo desconocido es algo natural de la condición humana. Pero el santo grial no es un destino turístico. No existen guías, no hay mapas de carreteras, no puedes reservar tu alojamiento por anticipado,

En todas las tradiciones religiosas hay algunos sitios sagrados especiales: son como los siete chacras o los puntos de acupuntura del cuerpo humano. Los peregrinos visitan tales sitios: las montañas sagradas de Kailash o Athos, los ríos sagrados del Ganges o Yangtsé, los lugares sagrados como el Camino de Santiago y la isla de Iona. Es útil hacer viajes exteriores para acceder a los viajes interiores, pero la comprensión más importante que aporta la peregrinación es tomar conciencia de que toda la Tierra es un lugar sagrado. Sin duda, cada uno de nosotros puede descubrir un sitio específico que resuene en armonía con nuestro espíritu, donde podamos ir para estar en soledad y encontrarnos a nosotros mismos, ya sea un árbol determinado, una colina o un rincón a orillas del mar. Tales lugares sagrados especiales pueden ser un símbolo importante. Del mismo modo que un mantra es un sonido que nos conecta con la conciencia cósmica, un bosquecillo o una cueva o un valle pueden ser el punto a través del cual conectamos con la Tierra. La sagrada Tierra es una gentil anfitriona para todos los peregrinos; pero ¿estamos preparados para ser corteses huéspedes peregrinos, en lugar de meros turistas?"

Modificado
09/02/2017

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