Silkwood, activista antinuclear

La industria nuclear se ha caracterizado por ser opaca y con pocos escrúpulos. Lo demuestra la escasa información sobre su operativa cotidiana a pesar del control que en el caso de España supuestamente ejerce el Consejo de Seguridad Nuclear, que no es precisamente un órgano independiente. También se ha visto como en múltiples ocasiones han intentado esconder los accidentes o fallos en los que se ha liberado radioactividad. Las denuncias sobre las deficiencias y el mal funcionamiento nunca han sido tratadas de forma ética por parte de las corporaciones que gestionan reactores nucleares y plantas de procesado del material radioactivo.

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Título original: Silkwood    
Director: Mike Nichols
Actores: Meryl Streep, Kurt Russell, Cher, Craig T. Nelson, Diana Scarwid
Guión: Nora Ephron & Alice Arlen
Música: Georges Delerue
Género: Drama
País: Estados Unidos
Año: 1983
Duración: 128 min
Distribuida por 20th Century-Fox

El caso más turbio sucedió en el llamado caso de la sindicalista y trabajadora de una planta de fabricación de combustible nuclear estadounidense Karen Silkwood (19 de febrero de 1946 en Longview, Texas - † 13 de noviembre de 1974 en la Ruta 74 de Oklahoma), que se hizo conocida a mediados de los años setenta por denunciar graves irregularidades en temas de seguridad por parte de la empresa para la que trabajaba, y que murió en un accidente de tráfico con solo 28 años bajo circunstancias altamente sospechosas.

A comienzos de los años setenta Karen Silkwood comenzó a trabajar en una planta de enriquecimiento de uranio  situada cerca de Crescent, Oklahoma, y propiedad de la compañía Kerr-McGee, y se afilió al Sindicato de Empleados Atómicos (Atomic Workers Union). Tiempo después el sindicato le asignó la tarea de investigar cuestiones relacionadas con la seguridad de la planta y la salud de los empleados.

Ella descubrió numerosas violaciones de las normas de seguridad y de protección de la salud en la planta, incluyendo la exposición de los trabajadores a sustancias radiactivas, el almacenaje incorrecto de residuos, etc. La compañía Kerr-McGee fue demandada por contaminación al medio ambiente y falta de seguridad para sus empleados. En el verano de 1974 Silkwood le entregó a la Comisión de la Energía Atómica de EEUU una lista detallada de violaciones de normas de seguridad. Declaró ante la Comisión que ella misma había estado expuesta a la radiación en una serie de incidentes que la compañía nunca había explicado.

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Estado en que quedó el coche tras el accidente de Karen Silkwood en 1974.


Se comprobó que los guantes que había utilizado Silkwood estaban contaminados con plutonio. No obstante, aunque parezca extraño, la compañía no había registrados índices de pérdidas ni había dado ninguna explicación que respondiera a cómo habían sido contaminados estos elementos de trabajo. Además, se encontró plutonio en su propia casa, en la cocina, en el baño y en el dormitorio.


Entre las numerosas irregularidades denunciadas estaba también una deficiente capacitación de sus empleados, que con frecuencia realizaban tareas para las que no estaban preparados, o que la compañía no cumplía los estándares de calidad en la producción del combustible, o que incluso habían falsificado datos de las inspecciones, especialmente en deficiencias en las barras de combustible.

La compañía intentó desacreditar a Silkwood por todos los medios, y llegaron a decir que Silkwood se había contaminado a propósito con la intención de perjudicar a la compañía. El 13 de noviembre de 1974 Karen Silkwood falleció en un accidente automovilístico bajo circunstancias altamente sospechosas, mientras acudía a una reunión con un reportero del New York Times y un dirigente sindical en Oklahoma City. Se creía que llevaba consigo documentos que probaban acusaciones por falsificaciones de controles de calidad de barras de combustible. Ella misma había declarado con antelación que tenía reunida numerosa documentación para apoyar las acusaciones en el juicio.

Meryl Streep fue nominada a un óscar por la interpretación de la vida de la activista Karen Silkwood.

Algunas personas que la vieron antes de coger el coche para acudir a la reunión, testificaron que ella llevaba consigo una carpeta y un paquete con documentos. Sin embargo, nada de esto fue hallado después del accidente. Según la versión oficial, el accidente se debió a que simplemente se quedó dormida, y para esto se apoyaron en algunos medicamentos que ella tomaba y que podían producir somnolencia. Para mucha gente Karen Silkwood fue asesinada para silenciar sus acusaciones contra la compañía. Investigadores independientes dicen que el coche fue golpeado por detrás haciéndole perder el control. También dicen que justo antes de chocar ella preparó su cuerpo para atenuar el impacto, lo que hubiera sido imposible si estuviera dormida.

Las mediciones de radioactividad en el apartamento de Karen Silkwood revelaron que lo habían contaminada con plutonio.

Este caso impactó a la opinión pública norteamericana y sirvió para alertar sobre los peligros de la energía nuclear, así como plantear dudas sobre el comportamiento irresponsable y poco ético de las empresas de este sector. En 1975 Kerr-McGee cerró definitivamente la planta.

Durante años, la familia de Karen Silkwood estuvo pleiteando para exigir responsabilidades a Kerr-McGee apoyándose sobre todo en que la autopsia de Silkwood revelaba que estaba contaminada con plutonio. Finalmente, en 1986 las partes llegaron a un acuerdo, y la familia recibió una indemnización de 1,38 millones de dólares, pero a cambio la compañía no reconocía ninguna culpabilidad.

La historia de Karen Silkwood fue llevada al cine en 1983, con una película titulada precisamente Silkwood, dirigida por Mike Nichols y con Meryl Streep de protagonista. Kurt Russell hacía del novio de Karen, y también protagonizada por Cher. La película tuvo bastante éxito y recibió cinco nominaciones a los Oscar aquel año.

 

Modificado
09/02/2017

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