10 evidencias de la huella humana en el planeta

Los seres humanos están empujando la aparición de una nueva era geológica, la llamada "Antropoceno". Esta idea ha sido lanzada por diferentes expertos aunque debe ser validada, si se considera suficientemente consistente, este mes de abril por parte de la Comisión Internacional de Estratigrafía (ICS). Si se aceptara, la Tierra podría dejar oficialmente el Holoceno para entrar en el Antropoceno.  Pero más allá del estudio de lo que nos dicen los estratos geológicos y del nombre de la evolución geológica, hay 10 evidencias de como la sociedad humana está cambiando su entorno geofísico de forma radical.

El crecimiento de la población urbana no ha parado de crecer durante la segunda mitad del siglo XX y en 2005 la población urbana mundial alcanzó el 71,6 %. Foto: Fundación Tierra.

1 - Un kilo de cemento por metro cuadrado
Acumulamos más de 50 mil millones de toneladas de este material sobre la superficie terrestre. En otras palabras, si distribuyésemos todo el hormigón existente sobre la superficie del planeta (incluidos los océanos y los casquetes polares) nos econtraríamos con un kilogramo de este material por metro cuadrado de superficie.

2 - La  herencia del "plastiaglomerado"
El concepto de "plastiaglomerado " fue señalado en 2014 por la geóloga canadiense Patricia Corcoran en referencia a un nuevo tipo de roca detrítica compuesta de desechos naturales detectada en las playas que son ricas en sedimentos, fragmentos de lava y restos de materia orgánica. En estas condiciones, se ha observado las rocas naturales se mezclan con el plástico residual presente en el medio y se crea una nueva roca, como se comprobó en la isla Kamilo en Hawái. En esta isla hay una de las costas del litoral marino más sucias del mundo y con mayor acumulación de plásticos.

3 - La firma de los isótopos radioactivos
La cantidad de pruebas realizadas con armas nucleares entre 1952 y 1980 ha incorporado nuevos isótopos radioactivos al flujo de carbono-14  así como de otros elementos como los isótopos de plutonio-239 procedentes de las bombas de hidrógeno explotadas en la atmósfera y en el subsuelo. Estos materiales radioactivos eran inexistentes hasta ahora en la estratigrafía geológica de la Tierra.

4 - El suelo repleto de fertilizantes y rebosante de nitratos
Las existencias de nitrógeno y fósforo en el suelo se han duplicado en el último siglo de forma que la cantidad de nitratos es la más alta jamás registrada en los últimos 100.000 años y detectable incluso en los hielos de Groenlandia

5 - El mundo salvaje cortó una cuarta parte de la tierra
En tan sólo los tres últimos siglos de la historia humana, la superficie del globo ha visto reducir a la mitad, del 50% al 25%, la superficie de áreas naturales las cuales han sido arrasadas por la agricultura, la minería, la silvicultura intensiva, etc.

6 - El clima no está loco
Entre 1880 y 2012, la temperatura global de la Tierra ha aumentado en 0,85 ° C, incremento que se ha concentrado en los últimos cincuenta años. Y el fenómeno continúa. Si no se hace nada, el aumento de la temperatura podría alcanzar, según el IPCC (Panel Intergubernamental sobre el Cambio Climático), 4,8 ° C a finales de siglo. Un aumento de la temperatura media del planeta de este calibre podría tener consecuencias catastróficas para la civilización humana tal y como la conocemos.

7- El noventa por ciento de los ecosistemas bajo la influencia humana
De la selva amazónica a los arrecifes de coral de Australia, la biodiversidad se está erosionando a una velocidad de 100 a 800 veces más rápida que en el siglo XIX y todos los siglos anteriores. Los científicos calculan que la tasa de extinción de especies jamás ha sido tan rápida en los anales de la historia geológica conocida.

Portada del artículo original publicado en terraeco que hemos sintetizado.

8 - La mitad de la vida silvestre conocida habrá desaparecido en cuarenta años
El último informe de Planeta Vivo del WWF publicado en 2014 señala que entre 1970 a 2010, o sea en tan sólo cuarenta años, la mitad de la población de mamíferos, reptiles, anfibios y aves conocidas por la ciencia hoy habrá desaparecido un ritmo de muy superior a la de la extinción más importante y que se produjo en la era Cretácica.

9 - Una influencia que afecta hasta a la tectónica de placas
La actividad humana ha cambiado los ciclos biogeoquímicos del planeta especialmente el ciclo del nitrógeno, el carbono, el fósforo o el agua dulce. El ser humanao está provocando influencias isostáticas capaces de perturbar ya la tectónica de placas, que a su vez interviene en la actividad de los volcanes y la deriva continental.

10 - Un sótano de hasta 100 metros por debajo de nuestros pies
La extracción de minerales y rocas de la superficie terrestre ha sido tan intensa en los últimos dos siglos, que es como si hubiéramos excavado hasta 100 metros de profundidad bajo nuestros pies. De  continuar con el actual ritmo de extracción de materias primas, a raíz de 16 millones de toneladas anuales, el resultado será como si hubiéramos perforado hasta 3 kilómetros bajo tierra, y quemado el equivalente a toda nuestra energía primaria fósil.

De continuar con estas tendencias “entramos en una era donde los cambios humanos sobre el medio natural puede convertirse en el boomerang que se vuelva contra nosotros". Esta es la visión que nos traslada Dominique Bourg, filósofo y profesor de la Facultad de Ciencias de la Tierra y Medio Ambiente de la Universidad de Lausana. Los datos que acompañan a su reflexión agrupados en estas 10 realidades nos muestran la importancia de detener esta actividad destructora perpertrada de forma absolutamente absurda, ya que amenaza nuestra propia supervivencia.


Artículo homenaje
Este artículo es una adaptación de uno publicado por terraeco a principios de 2016.  Lo publicamos a modo de homenaje ante la pérdida de esta comprometida revista francesa: terraeco: resistir, compartir, inventar que desde el 30 de marzo 2016 cesó su actividad tras doce años de edición.

Era una revista que publicaba diez números al año y que se podía adquirir en los kioskos franceses y también era accesible desde internet. Sus editores se definían como una “mezcla de periodismo independiente a la francesa, que pretendía impregnar la curiosidad por el mundo en que vivimos y advertir sobre la problemática del desarrollo sostenible y la economía”.

Ilustración anunciando en la web, el final de la revista terraeco.

Entendían que “La economía, la sociedad y el medio ambiente forman parte de un mismo paradigma que es clave para entender tanto el mundo en el que vivimos y los retos del desarrollo sostenible”.

Valorando pues que “la liberación económica, social o ambiental es demasiado complejo y poco atractivo”, se adentraron en el mundo de la comunicación socioambiental y terraeco pretendía ser un escaparate donde colocar “preguntas sobre ecología, economía y sociedad  con artículos de fondo, testimonios y análisis” con un estilo moderno y pluriangular.

Para ello terraeco disponía de una redacción de  15 profesionales (ilustradores, redactores, diseñadores, etc.)  y una red de 70 periodistas expertos en medio ambiente no sólo de Francia sino de los cinco continentes. Con el cierre de esta revista, nuestro portal pierde uno de sus medios de referencia.

En un comunicado escueto, pero lleno de sensibilidad, firmado por Walter Bouvais, director de la publicación, y David Solon, jefe de redacción, ambos co-fundadores de la empresa Terra Económica SAS, editora de la revista de papel y del portal terraeco, se despedían.  “Estas líneas son probablemente los más difíciles que he escrito. Palabra de despedida o hasta pronto, ¿quién sabe?  Finalmente hemos tenido que afrontar una realidad grave y a pesar de seis semanas de intensas negociaciones no hemos tenido éxito…No nos arrepentimos. Son doce años de investigaciones, informes, retratos, entrevistas, relatos que  nos han permitido encontrarnos con gente comprometida que son testigos de la aparición de las ideas buenas y bellas. También hemos documentado algunas batallas que parecían esenciales y que estaban regularmente en las noticias: el cambio climático, las polémicas políticas, las turbulencias financieras, los temas de alimentación, de salud, los riesgos nucleares, y muchos otros”.

terraeco era una ventana a la esperanza con un compromiso encomiable. Sin embargo, finalmente ha debido ceder a la dureza económica a la que se ha enfrentado el proyecto. Como reconocían sus fundadores:“Hay que saber cuándo parar”. Desde terra.org agradecemos haber compartido, desde la proximidad geográfica, los anhelos plasmados en este más de un centenar de revistas a favor de un mundo más duradero. Formaba parte de un grupo de 14 revistas que se publican en Francia para ayudar a "vivir en el mundo de otra manera".

Artículo elaborado por la redacción de terra.org en homenaje a la revista francesa terraeco.

Modificado
09/02/2017

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