7 claves para dar forma a una ciudad sostenible

Las ciudades son el futuro del mundo. Más de la mitad de la población mundial vive en ciudades, y la tendencia a la urbanización continúa. ¿Seremos capaces de invertir en la formación de ciudades habitables, equitativas y sostenibles? “El camino hacia una ciudad sostenible comienza con una visión”, explica Gary Gardner, co-director del nuevo libro de La situación del mundo del Worldwatch Institute titulado, Ciudades sostenibles. Del sueño a la acción

Las ciudades de hoy ya se enfrentan a la escasez de metales, minerales y combustibles, y a los impactos de un sistema de alimentación, transporte y edificación, entre otros, que se extienden más allá de la región y el país que albergan dicha ciudad. Estos impactos se agravan cuando se trata de la organización de ciudades de más de 10 millones de habitantes. Según el informe La situación del mundo 2016. Ciudades sostenibles, resulta que  las megaciudades han pasado de 2 en 1950 a 29 en 2016, y para 2030 está previsto que lleguen a ser 41.
 
Los expertos señalan que “las ciudades son centros de pobreza, ya que aproximadamente 1 de cada 7 habitantes de zonas urbanas vive en la pobreza, generalmente, en asentamientos marginales de los países en desarrollo. Alrededor del 10% de la población urbana en países en desarrollo carece de acceso a la electricidad y el 18% utiliza madera, estiércol o carbón para cocinar”. Pero frente a esta realidad, también son las ciudades los principales motores a la hora de asumir el liderazgo de construir economías sostenibles.

Para el investigador Gary Gardner, “Una visión bien elaborada puede lograr apoyo social y movilizar la energía cívica para una transformación urbana de largo plazo”. Aquí están los 7 consejos principales para aquellas ciudades que quieran desbloquear su tránsito hacia la sostenibilidad:

Vistosos y atractivos tranvías en la ciudad francesa de Montpellier que a su vez permiten más accesibilidad al espacio urbano. Foto: Fundación Tierra.

1. Reducir, hacer circulares, y no contaminantes los flujos de materiales. Crear economías que reduzcan de forma notable el uso de materiales y los hagan  (re)circular es quizás el paso más grande que las ciudades solo pueden dar por sí solas hacia un futuro sostenible. El uso compartido del coche o de herramientas pueden ser buenos ejemplos que reducen la huella de materiales de una persona.

2. Otorgar espacio a la naturaleza. Las “infraestructuras verdes”  puede ayudar a las ciudades a evitar la construcción de nuevas y costosas instalaciones para la gestión del agua, pudiendo recargar los acuíferos, y proporcionar protección contra las inundaciones.

3. Usar un desarrollo compacto y conectado. Las ciudades compactas generalmente requieren un menor uso de recursos por persona y tienden a mejorar la conectividad de todo tipo –en términos físicos, sociales, económicos– generando innovación, actividad económica y capital social y cultural.

4. Hacer lugar (placemaking) creativo. Monumentos, plazas, patios, lagos, y parques dan personalidad a los espacios urbanos y sirven como puntos de encuentro para la gente. Al invertir en estos activos, las ciudades pueden crear lugares atractivos que promueven el orgullo cívico y la unidad, y crear un fuerte sentido de comunidad.

5. Fortalecer las ciudades como centros de bienestar. Las ciudades deben garantizar que todos los ciudadanos tengan acceso a la asistencia sanitaria. Las ciudades pueden prevenir los problemas respiratorios y digestivos relacionados con la contaminación, garantizando aire y agua limpios.

La ciudad compacta no es la que promueve rascacielos donde apilar a la ciudadanía sino la que es capaz de crear interfaces que permiten la multifuncionalidad. Foto: Fundación Tierra.

6. Mantener a las personas en el centro del desarrollo. El propósito fundamental de una ciudad es servir a su gente. Sin embargo, en muchas ciudades, las prioridades de desarrollo se establecen en función de las necesidades de los constructores, los agentes financieros, y los privilegiados de la ciudad, mientras dejan de lado el interés público. Para ser más inclusiva, las administraciones locales pueden entretejer los intereses de la gente en la misma fibra de las iniciativas de la ciudad, haciendo participar a la ciudadanía.

7. Asegurar una gobernanza participativa. En cuestiones de mayor o menor importancia la  ciudadanía de las ciudades sostenibles encuentra un papel que jugar en la gobernanza, tanto ejerciendo como votantes individuales, como parte de grupos de influencia. El poder es compartido entre el ayuntamiento y las jurisdicciones más pequeñas dentro de la ciudad. Y los miembros de grupos civiles de todo tipo son consultados periódicamente y son incluidos en los principales procesos de toma de decisiones.

Una radiografía de la ciudad
En la introducción del informe La Situacion del Mundo 2016. Ciudades sostenibles, (páginas 27-33), Gary Gardner recopila una serie de datos que ofrecen una visión de las ciudades como fenómeno global, y de su lugar en la civilización humana del siglo XXI. Ciudades que son motores de economía y centros de pobreza.

Población
-  Más del 90% del crecimiento urbano están produciéndose en países en vías de desarrollo, aunque no todas las regiones en desarrollo son todavía mayoritariamente urbanas. Pero para 2040 todas las regiones del mundo, incluyendo África, serán mayoritariamente urbanas.

El medio edificado
-  La superficie edificada de las ciudades representa del 1 al 3% de la superficie terrestre mundial, pero podría incrementarse hasta el 4-5% para 2050.
-  Las ciudades están haciéndose menos densas: la superficie urbana aumenta más rápidamente que su población.
-  Se prevé que las ciudades de los países industrializados se expandan un 150%, mientras su población aumenta un 20%.
-  Se estima que aún no ha sido construido un 60% de los edificios necesarios para albergar en 2050 a la población urbana mundial.

Economías urbanas
-  Alrededor del 80% del PIB del mundo se produce en las ciudades, y un 60% se genera en las 600 ciudades más productivas, donde vive actualmente una quinta parte de la población mundial.
-  Las zonas urbanas son también responsables de gran parte del consumo mundial, incluyendo un 60-80% de la energía y más del 75% de los recursos naturales, y del 75% de las emisiones mundiales de carbono.
- El consumo en las megaciudades que más consumen difiere enormemente de las que menos, multiplicándose por 28 la energía consumida per cápita, por 23 el agua, por 19 la producción de residuos per cápita, por 35 el consumo total de acero y por 6 el de cemento.

Pobreza
- Aproximadamente 1 de cada 7 habitantes de zonas urbanas vive en la pobreza, generalmente en asentamientos marginales de los países en desarrollo.
- En 2012 unos 863 millones de habitantes urbanos vivían miserablemente en barriadas pobres, un aumento considerable respecto a los 650 millones de 1990.
-  Sin embargo el porcentaje de población urbana que habita estas barriadas miserables descendió del 46 al 33% durante este período.

Saneamiento
-  Menos del 35% de las ciudades de países en desarrollo depuran sus aguas residuales.
-  Alrededor de 500 millones de habitantes urbanos de todo el mundo comparten con otros hogares las instalaciones sanitarias.

Salud
-  Unos 1.500 millones de habitantes urbanos soportan una contaminación atmosférica exterior que supera los límites máximos recomendados.
-  La contaminación atmosférica exterior mató en 2012 a unos 7 millones de personas en las ciudades, lo que representa 1 de cada 8 muertes a nivel mundial y convierte este problema en el mayor riesgo sanitario de origen ambiental.
-  Se estima además que la contaminación atmosférica en el interior de las viviendas (debido a la quema de combustibles sólidos para cocinar) mató en 2014 a otros 4 millones de personas.

Articulo elaborado a partir de la información contenida en la web ciudades sostenibles. Fotos: Fundación Tierra

Modificado
12/09/2017

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