Tierrafirmista, poesía del entorno

Eladio Orta (nacido en isla Canela) es un poeta de la tierra, un activista que ha acabado con sus huesos en el calabozo por defender la naturaleza de la especulación del ladrillo de este, su espacio vital, isla Canela (Huelva). El ecologismo tiene en este autor un ejemplo de compromiso: “quien cuidará de la isla / cuando despierten las mareas / ahora que el agua no entra / por su propio peso / y los alcaldes botarates / se alimentan de la salsa / de las licencias de obras

Su obra está recopilada en un libro cuyo título ya lo dice todo, Tierrafirmista, que sugiere está escrito para crecer en humildad y, como reconoce el autor, “por alguien que pisa la arena, que observa las pleamares de las mareas, que se conmueve con los cambios del viento y que no piensa en viajar a Marte”.

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Título: Tierrafirmista
Autor: Eladio Orta
Editoial: Cacúa editorial
Año y lugar: Sevilla, 2009.

Tierrafirmista recopila pues poesía, antipoesía y relatos entre 1992 y 2006 que juntan más de seiscientas páginas a modo de paseo de la mano del niño que quiso ser pájaro, que construyó unas alas de silencio para escuchar el canto interior; pero como le advertía su maestro, “ser pájaro” no era un oficio, y se reían; su respuesta como poeta: “silencio / en el me aíslo / en el me distraigo / en el me alejo / del silencio”. Un poeta que domina el oficio y que comprende las herramientas que tiene en la mano: “la poesía es una arma brutal / sangrante / brota mitad orgasmo / mitad excremento / y es poco amiga de besuqueos / y de excesivas caricias en los postres /… /porque la vida se nos escapa / en el vagón de las dudas / en los sueños del poeta malo

Al poeta no se le puede sacar de su medio. El de Eladio es el de “alguien temblando ante las púas de las excavadoras, aspirando el aroma del salitre, contemplando en silencio el vuelo de las garzas, riéndose de la escarcha del asfalto”. En los relatos de Los cuadernos del Tío Prudencio incluidos en Tierrafirmista, la historia de isla Canela recorre las venas del lector. Desde la familiaridad en la que la persona que lo lee parece estar incluida en la obra hasta que le hace trizas cuando el poeta aplasta a su lector/a bajo el imperio de la santa Destrucción: “Fueron cinco días. El agua dulce despareció de la tierra, los navazos fueron atravesados por monstruos bichos, espeluznantes, las casas derribadas, los árboles degollados, el llanto de los niños se confundió con el ronquido del mar, y una sorprendente ola, salida del laberinto oscuro del retamar, ahogo a todos los niñitos menores de cinco años, los pájaros morían con las tripas secas y el corazón amargo, los campesinos se vistieron de negro durante trece años. Fueron cinco días. Fueron cinco días y trece años de luto campesino”.

Descubrimos a Eladio Orta en Cosmopoética 2010. La poesía no es fácil de encontrar y menos de degustar. No porque no nos rodee, sino porque no le abrimos nuestro corazón para que nos abrace. La crisis, esta amenaza sistémica para que nos apartemos de cualquier rescoldo de la poesía, grita para dejarnos sorda nuestra sensibilidad. De ahí que no podremos alcanzar un planeta sostenible sin poetas en nuestra nave. Hay que reivindicar a los poetas de la Tierra, porque los tenemos. Porque su inspiración se convierte en fuerza para los que necesitamos pasar a la acción. Antes de la batalla cotidiana por la paz planetaria, un poema al alba o antes de soñar. Los poetas son los labios de la Madre Tierra y sus versos, sus besos, su amor, la fuerza para no desfallecer.

Los poetas son los labios de la Madre Tierra y sus versos, sus besos, su amor, la fuerza para no desfallecer.

Eladio Orta es un poeta, pero es sobretodo alguien que practica lo que predica. Su obra no es de alarde estético, aunque la belleza de sus palabras está implícita. Su obra es sobretodo parte de esta lucha por isla Canela “seis meses de arresto domiciliario / más otra, condena de cuatro / meses de arresto domiciliario / me cayeron una detrás de otra / por defender la dignidad de vivir en el interior de la isla”. Eladio Orta es peligroso como lo es su poesía; no admite la disidencia ni el descrédito, es una persona profundamente enamorada de una forma de ser y vivir que escasea. Y eso es el mejor regalo que brindan las páginas de Tierrafirmista. Páginas por las que cada cual puede elevarse particularmente con algunas de sus letras… yo me perdí en  “mercedes es un sol”…

mercedes tiene las piernas suaves como el coral
cuando le hago cosquillas en el manillar
se le humedece el piñón

mercedes es mi vida
con ella voy a todas partes
menos a cama -desgraciadamente-
pero que conste: más de una vez
nos hemos duchado juntos
y hemos insultado al conductor
que nos ha encharcado de agua hasta el cuello

cuando mercedes se ausenta
por un simple resfriado
o por un insignificante dolor de cabeza
o por un imprevisto pinchazo
la echo tanto de menos
que le escribo poemas
como a mis amores platónicos

mercedes lo es todo en mi existencia
igual me lleva de paseo
como me insiste
para que no llegue tarde
a una reunión
y hasta cuando llueve
me advierte
que no debo salir de casa

mercedes es un sol
me gustaría vivir con ella eternamente
espero que la columna no me lo impida
o que el ojo izquierdo no termine
con un parche pirata
y me retiren el carnet de ciclista

mercedes te quiero

no abandones a este postperdedor

Eladio Orta, en Resistencia por estética, 1999 recopilado en Tierrafirmista.

Modificado
09/02/2017

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