Pon buena geoenergía en tu casa

El Feng Shui permite detectar afecciones geopáticas, como podrían ser corrientes de agua subterránea, fallas, cruces telúricos, etc. y crear sistemas para anular sus efectos, creando un equilibrio entre el espacio y las personas. En determinadas circunstancias (normalmente, cuando hay una suma de diversos fenómenos que coinciden en un mismo punto) estas geopatías pueden limitar algunas respuestas fisiológicas de nuestro cuerpo. Armonizar los espacios vitales donde vivimos es una buena medida que podemos tomar en nuestros hogares.

Las energías naturales del hogar
La llamada radiestesia (aunque calificada así en 1920 por el abad francés Bouly) es el estudio de las ondas y de las vibraciones emitidas por los cuerpos y a su vez es el arte de descodificar y visualizar estas energías sutiles y telúricas que nos rodean. Es un arte ancestral, que exige un alto nivel ético en sus practicantes, y en el cual se apoya hoy en buena parte la geobiología que identifica las interrelaciones del ser humano con su hábitat. La radiestesia es una técnica que sirve para detectar fenómenos de la Tierra. Esta permite luego practicar la llamada medicina del hábitat, como el Feng Shui. No es por casualidad que muchos monumentos sagrados están situados en zonas de intensa actividad telúrica y alta vibración energética.

Muchos monumentos megalíticos están ubicados en zonas con una intensa actividad telúrica. Algunos se piensa que eran auténticas intervenciones para acupunturar el entorno natural frente a la influencia geobiológica.

Medir estos intangibles de una forma que sea estandarizada no es fácil. En la cultura occidental es frecuente utilizar sondas y péndulos para hacer radiestesia, pero en Oriente, en África y en América no las necesitan. Sin duda alguna, el mejor sensor a todos los niveles es el cuerpo humano. Las sondas son meros amplificadores de señal. Con la radiestesia podemos localizar todo tipo de fenómenos. Y cada uno de ellos nos afecta de manera diferente: unos producen cansancio y somnolencia, otros alteran el sistema nervioso, etc. En determinadas circunstancias (normalmente cuando hay una suma de diversos fenómenos que coinciden en el mismo punto) algunos puntos llamados geopáticos nos limitan las defensas y debilitan el sistema inmunológico, sobretodo cuando se hallan justo en el espacio donde permanecemos largas horas (en la cama, en el sofá o en el lugar de trabajo). De ahí que identificar, equilibrar y energizar los espacios mejora la calidad de vida de las personas.

Durante el siglo XX y con aportaciones de diversos radiestistas como A. Bovis (1871–1947) y André Simoneton (1949-) se pusieron las bases para la creación de una escala estandard que finalmente materializó Blanche Merz (1919–2002) en el Biómetro. Este sirve para visualizar los niveles energéticos de un espacio. Se mide en las llamadas unidades Bovis (UB) en su honor. Las unidades Bovis son una unidad abstracta que se expresa a través de la percepción del radiestesista, de forma homologada entre este colectivo. Los biómetros van de 0 a 33.000 (el punto de mayor vibración hasta ahora más alto medido). En realidad, el Biómetro de Bovis es una representación escalar en la cual el radiestesista proyecta sobre un plano el nivel de energía que transmite el entorno a su cuerpo y amplificado ya sea con el péndulo o las varillas geobiológicas.

El biómetro es una escala empleada por los radiestesistas.

Hoy sabemos que el cuerpo humano cuando está sano vibra en el rango de 6.500 a 8.000 UB; una persona enferma de cáncer lo hace entre 4.000 y 4.500 UB, y una persona próxima a la muerte por debajo las 1.000 UB. En lo opuesto, una persona con prácticas espirituales puede vibrar entre 13.000 a 19.500 UB. Estos niveles de energía pueden alterarse con informaciones cuánticas y, por tanto, mejorar el nivel de vibración de un espacio vital. La geobiológia o Feng Shui cuánticos no sólo se dedican a identificar situaciones energéticas sino también a propiciar cambios a partir de colocar informaciones sutiles que mejoren estas energías no tangibles.

 

Equilibrar el espacio vital
Existen muchas formas de equilibrar y energizar los espacios y de mejorar la calidad de vida. El Feng Shui es una de ellas. Ningún lugar del planeta aunque tenga una geopatía no debería ser causa para que alguien tenga que cambiar de vivienda o de lugar de trabajo por la influencia de estas. Las corrientes subterráneas, las antenas, etc., todo tiene solución, y la solución no está en quitar la antena (porque siempre habrá una antena como mínimo que de la cobertura y la radiación), ni en quitar la corriente de agua subterránea (algo realmente complicado), sino en cambiar la “percepción”, o sea que la solución la encontraremos en la forma que el cuerpo humano perciba esa “información” de diferente manera esa “información” del fenómeno geopático.

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En el mercado hay diferentes productos que argumentan mejorar el nivel energético de una vivienda, oficina o incluso un entorno.

Por eso una de las opciones que ofrecen los servicios de detección de geopatías es aportar formas para neutralizarlas. El Feng Shui cuántico consiste en cambiar la percepción que el cuerpo humano tiene de las geopatías, aplicando técnicas usadas por el ser humano desde hace milenios (los menhires es un claro ejemplo de acupuntura sobre un territorio). De ahí que sea importante informar a nuestro cuerpo de estas. Las células de nuestro organismo son sometidas a cambios en su frecuencia por empatía con el entorno. Y esta exposición, especialmente, cuando no es consciente puede acabar convirtiéndose en perjudicial.

La llamada y reconocida contaminación electromagnética conlleva diversas patologías que pueden afectar a nuestra fisiología más elemental propiciando dolencias musculares, desequilibrios nerviosos, etc. Al fin y al cabo, nuestra biología funciona con impulsos eléctricos. Empezando por nuestras células y terminando en órganos vitales como el corazón y el cerebro. De ahí la importancia de minimizar sus efectos. En algunos casos las geopatías pueden detectarse ya en la fase de diseño de un edificio.

Un servicio geobiológico cuántico

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Incluso edificios emblemáticos están afectados por geopatías que pueden ser tratadas.

Existen numerosas personas e incluso empresas que ofrecen estudios geobiológicos. Otras ofrecen artefactos que intervienen en la información sutil presente en el lugar donde se instalan mejorando su nivel energético. En este sentido existen algunas aplicaciones para minimizar móviles, wifi, ordenadores, etc.

Unas pocas, personas ofrecen no sólo un servicio de diagnóstico sino también de intervención terapéutica. El Feng Shui tiene cada vez más seguidores y, sin duda, contribuye a intervenir en la mejora de nuestro entorno vital. El Feng Shui se puede aplicar a viviendas, pero también a barrios y ciudades. Las personas que por nuestra forma de sociedad y estilo de vida estamos ligados a espacios cerrados (oficinas, naves, viviendas, etc.) no deberíamos ser ajenos a estos conocimientos.

De la misma forma que uno se hace un chequeo médico de vez en cuando, no estaría mal hacerse un diagnóstico geobiológico de la vivienda o incluso de los espacios de trabajo. Y para rematarlo monitorizar el consumo energético para reducirlo y de esta forma ahorrar en la generación de gases de efecto invernadero puede ser complementario. Un estudio de identificación de feng shui y tratamiento de geopatías debería ser asequible. Lamentablemente, muchas veces la vertiente incomprensible para la mayoría pone las bases para engaños o aprovecharse de la realidad.

Artículo elaborado por el equipo de redacción de terra.org con aportaciones de Ton Gerona, especialista en geobiología, Feng Shui, radiestesia presencial y a distancia, fundador de Cuantic Fengshui.

Modificado
09/02/2017

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