12 pasos para una vida sostenible

En un mundo en el que todavía casi 2.000 millones de personas no tienen acceso a la electricidad para iluminarse de noche, parece una buena causa. Aunque también hay que decir que la falta de energía muchas veces tiene que ver con el mal diseño del hogar. En cualquier caso, el acceso a la energía sostenible es esencial para resolver muchos de los desafíos del mundo, incluyendo la producción de alimentos, la seguridad y la pobreza.

El hambre, la pobreza y el deterioro del clima y de la naturaleza son problemas a los que podemos ayudar a poner solución con nuestras acciones. Aquí hay los primeros 6 pasos sencillos para un estilo de vida más durable:

 

1. Recicla
En la mayoría de las ciudades existen los Puntos Verdes o lugares donde llevar nuestros residuos para que puedan ser reciclados. No olvidemos que en nuestro país producimos alrededor de 1,7 kg de basura diaria, buena parte de la cual puede ser convertida nuevamente en materias primeras. La apuesta por el reciclaje es real, tal como hemos comentado en casos como los envases tetrabrik y otros. Para ello, es importante ser consciente de que muchos productos que usamos podrían ser fabricados con materiales reciclados, y que si los preferimos y demandamos se estimulará el mercado de materiales de segunda mano y por tanto del reciclaje en general.

Aunque los españoles reciclamos casi el 70 % del papel que usamos, la mayor parte de las papeleras de este país lo hacen con papel usado. Por tanto, cada periódico, caja de cartón, papel viejo, etc que tiramos a la basura estamos empobreciendo nuestra economía pues las empresas deben importar el papel usado de otros países que sí lo reciclan. Foto: Fundación Tierra.

Lo que podemos hacer:
Utiliza distintos cubos para separar los tipos de residuos. En el caso de materiales peligrosos para el medio ambiente (pilas, lámparas fundidas, aparatos electrónicos estropeados, etc.) ponlos aparte para luego llevarlos a un punto verde. Las compañías ofrecen nuevos modelos de sus productos a una velocidad inasumible, pero pregúntate por tus necesidades reales e investiga cuanto de marketing hay en las novedades ofrecidas. A menudo hay también la posibilidad reparar aparatos dañados: si cada vez somos más los que usamos la reparación estos surgirán y darán puestos de trabajo nuevos y un servicio ambiental.

 

2. Apagar las luces
El último sábado de marzo - el 31 de marzo de 2012 - cientos de personas, empresas y gobiernos de todo el mundo apagarán sus luces durante una hora como parte de la campaña La Hora del Planeta, un movimiento para hacer frente al cambio climático. Es una fecha pues para recordar.

Lo que podemos hacer:
Participar en La Hora del Planeta, algo que ocurre sólo una vez al año. Es una ocasión para que luego en el día a día estemos más sensibilizados por apagar las luces cuando no es necesaria la luz. Aprovechemos al luz natural, y fijémonos si en nuestra vivienda todavía disponemos de bombillas poco eficientes que podríamos sustituir por bombillas LED y de bajo consumo, ya que consumen menos energía. Es una inversión útil y valiosa para el planeta.

 

3. Electricidad de origen renovable
En España la energía eléctrica todavía proviene en más de un 60% de combustibles fósiles y nucleares. Aunque en nuestro país la energía renovable como la eólica ha crecido de forma espectacular, ya que en buena parte del año el viento ya es el principal productor eléctrico. En el 2011 se alcanzó un nuevo récord de producción eléctrica eólica el día 16 de diciembre con 290 GWh sobre una demanda de 760 GWh. Sin embargo la mayoría de los consumidores - y aunque el mercado eléctrico está liberalizado para poder escoger la empresa que nos provea de electricidad - siguen fieles al oligopolio de toda la vida, por lo que tal y como se puede ver en el dorso de la factura eléctrica, seguimos apoyando la generación eléctrica contaminante y radioactiva.

Hay sistemas para monitorizar nuestro consumo eléctrico de forma que además podamos ahorrar no sólo dinero sino también contaminación y radioactividad en el sistema de generación eléctrico.  Foto: Fundación Tierra.

Lo que podemos hacer:
Cambiemos de proveedor de energía eléctrica tal y como hacemos con las telecomunicaciones. Con nuestro recibo eléctrico podemos determinar el sentido de las inversiones que se realicen en la generación energética de forma que sean renovables. Si tienes dudas sobre ello, no dejes de leer la obra póstuma del artífice de que hoy Alemania sea líder en energía renovable: El imperativo energÉtico.

 

4. Beber agua del grifo
Los consumidores norteamericanos compraron en 2007 cerca de 33.000 millones de litros de agua embotellada, generando para el sector casi 11 mil millones dólares en ganancias. Sin embargo, las botellas de plástico con que se envasa el agua crean enormes problemas ambientales. Sólo la energía necesaria para producir y transportar todas las botellas podría alimentar a casi 1,5 millones de coches durante un año. Además, aproximadamente el 75 por ciento de las botellas de agua no se reciclan, y terminan en los vertederos y en las cunetas de carreteras como basura. Contaminan las aguas y los océanos. La contradicción en todo este asunto es que el agua potable del grifo está sujeta a estrictas normas de seguridad, mientras que la industria del agua embotellada no está obligada a informar de los resultados de las pruebas de calidad de sus manantiales o suministros. Según un estudio, 10 de las marcas más populares de agua embotellada contienen una amplia gama de contaminantes, desde productos farmacéuticos, residuos de fertilizantes, e incluso arsénico.

Lo que podemos hacer:
Llenemos nuestros vasos y botellas reutilizables de agua con agua del grifo. Además disponemos de filtros para mejorar el sabor si este no nos satisface sin necesidad de consumir agua embotellada.

 

5. Controla el termostato
La temperatura a la que programamos la climatización de nuestro hogar, oficinas, escuelas, etc. condiciona el consumo de energía. Por cada grado que aumentemos la temperatura se incrementa el consumo de energía aproximadamente en un 7%. Aunque la sensación de confort sea subjetiva, se puede asegurar que en invierno una temperatura de entre 19º y 21ºC es suficiente para la mayoría de personas. Además, por la noche en los dormitorios basta tener una temperatura de 15º a 17ºC para sentirnos cómodos. En verano la temperatura de confort es el resultado de la adaptación del cuerpo a las condiciones climáticas del verano y del hecho de llevar menos ropa y más ligera. Por eso una temperatura de 26ºC en esta época es más que suficiente para sentirse cómodo en el interior de una vivienda u edificio. En cualquier caso, una diferencia de temperatura con el exterior superior a 12ºC no es saludable.

Una buena gestión de la climatización con un termostato puede ser esencial para ahorrar y por tanto disminuir el consumo energético en nuestro hogar, ya sea en electricidad o combustibles fósiles o biocombustibles.

Lo que podemos hacer:
Bajemos el termostato al salir del trabajo y utilicemos un termostato programable para el control de la configuración de la climatización. Además recordemos que para obtener el mismo nivel de prestaciones en el ámbito de la climatización, hay aparatos que consumen hasta un 60% más de electricidad que otros, tal y como se desprende de la etiqueta energética con la que están clasificados.

 

6. Apoyar los programas de recuperación de los alimentos
Cada año, aproximadamente un tercio de todos los alimentos producidos para el consumo humano de aproximadamente 1,3 millones de toneladas-se pierde o se desperdicia. Sólo en los Estados Unidos se valoran en 34 millones de toneladas según la Organización de las Naciones Unidas para la Agricultura y la Alimentación (FAO). Tiendas de comestibles, panaderías, y otros proveedores de alimentos acaban tirando toneladas diarias de alimentos que son perfectamente comestible, pero que su aspecto estético no es adecuado para el gusto del consumidor o se ha pasado su fecha de caducidad (lo que no quiere decir que se haya estropeado). Los bancos de alimentos recolecten estos alimentos y los utilizan para proporcionar comida a personas desfavorecidas.

Lo que podemos hacer:
Colabora donando alimentos a los bancos de alimentos de tu localidad. No dejes comida en el plato.

Segunda parte del artículo: 6 pasos más para un año más sostenible

(1) Este artículo está inspirado en el artículo de Going Green: 12 Simple Steps for 2012 elaborado por Worldwatch Institute de Washington. Desde la Fundación Tierra lo hemos adaptado a nuestra realidad en dos partes. Esta es la primera de ellas. Cada uno de nosotros, desde los países desarrollados podemos comprometernos de forma sencilla y efectiva para reducir nuestro impacto ambiental.

 

 

 

Modificado
09/02/2017

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