Huelga general por el planeta durable

La humanidad consume ya un 50% más de lo que la Tierra es capaz de generar de forma sostenible, por lo que estamos viviendo a costa de las generaciones futuras. El cambio climático y la pérdida acelerada de biodiversidad son expresiones de esta crisis ambiental sin precedente, que pone en peligro a nuestras sociedades a corto plazo. Esta crisis también ecológica no sólo agota los recursos para las generaciones futuras sino que contribuye al empobrecimiento de muchos ciudadanos y ciudadanas en vez de una redistribución justa y ambientalmente correcta de la riqueza.

Escasez de agua en Gaza. Foto: Kadir van Lohuizen - March 2010 (Noor Foundation)

Es necesario y urgente impulsar políticas que representen a la ciudadanía y no a las grandes corporaciones empresariales y que busquen el desarrollo evolutivo constante aplicando la ley universal de la vida: todo ser humano tiene ante sí la opción de poder alcanzar el nivel de bien-ser-estar que libremente decida, en tanto y cuanto ninguna consecuencia de sus acciones lesione o impida, directa o indirectamente, que otro ser humano nacido o por nacer, pueda disponer del mismo tipo de opción y deber.

La crisis económica no puede ser una excusa para no actuar ante los problemas ambientales. Ninguna solución será válida si no toma muy seriamente en cuenta el factor ambiental, el respeto a un planeta finito. Nuestro planeta tiene una capacidad limitada (autopoyesis) para proporcionar recursos y absorber contaminantes.

zoom

Es una huelga para que se oigan las propuestas y alternativas a la crisis.

Apoyamos la huelga general ciudadana del próximo 14 de noviembre porque hay que defender un modelo de sociedad que no agote los recursos el planeta. La actual crisis socioeconómica se debe a unas políticas marcadas para que una minoría obtenga pingües beneficios en lugar de apostar por un modelo social y ambientalmente durable y solidario. Los recortes en sanidad, educación, cooperación, medio ambiente, las no subidas de impuestos a las rentas más altas o la reforma laboral para impulsar la precariedad en el trabajo o el regalo a bajo coste de lo público al capital privado es absolutamente inadmisible. Se está utilizando la excusa de la llamada crisis económica para fomentar políticas socialmente devastadoras.

España tiene al alcance de la mano el desarrollo de sectores con un potencial enorme para reducir los niveles insoportables de paro, contribuir a la mejora ambiental y minimizar la dependencia exterior, en particular en combustibles fósiles. La rehabilitación de edificios para una mejor eficiencia energética, las energías renovables, la gestión de residuos basada en la reducción, reutilización y reciclado, una agricultura social y sostenible, donde los pequeños agricultores y agricultoras sean garantes de una alimentación local y de calidad, etc.

Impulsar pues una reforma social desde un cambio de paradigma es la oportunidad para adecuar nuestro estilo de vida a la capacidad de regeneración del planeta. Seguramente, una huelga no es el mejor sistema para cambiar nada pero si que lo es para expresar el rechazo. A continuación hay que pasara a la acción. Si te animas a compartir este rechazo haciendo huelga no basta con no ir a trabajar, no hay que utilizar los servicios públicos, no hay que comprar nada, no hay que realizar operaciones en los bancos, hay que reducir el consumo de electricidad, participar en las manifestaciones organizadas para este día, etc. Si nuestros representantes (que son títeres de las corporaciones financieras y económicas) no ven un inmenso clamor de la ciudadanía seguirán con su plan de destrucción planetaria.

Changed
09/02/2017

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