NO OIL, reduce tu ración de petróleo

La pegatina NO OIL en nuestro país se ha diseñado, emulando a una matrícula de bicicleta, para engancharse sobre un CD inútil. De esta forma disponemos de un soporte rígido para hacer bien visible nuestra BICIMATRÍCULA para la sostenibilidad y a la vez retardamos el tiempo de que un CD usado vaya a la basura y, por tanto, nos ayude a recordar que el policarbonato del que está compuesto también es un producto derivado del petróleo. Los 10.000 millones de CD que consumimos anualmente en un 60% se convierten en basura, aunque en realidad son reciclables.

Visualiza el compromiso de tu reducción de petróleo. Si te la quieres imprimir tu mismo, aquí la tienes. Deja que se vea bien tu gesto.

Matrículate en NO OIL
La pegatina de NO OIL realizada con materiales respetuosos con el medio ambiente y  enganchada sobre un CD viejo como soporte es para que tu bici sea un mensaje sobre ruedas. Hagamos que corra rápido la idea. ¡¡El futuro precisa de más pedales, menos velocidad, más solidaridad!! Tú estás ya a un golpe de pedal SIN PETROLEO, haz que circule a toda velocidad el grito NO OIL.

Ahorra petróleo cada día: NO OIL
NO OIL es un eslogan sobre acciones que podemos practicar cada día en el ahorro de combustibles fósiles. NO OIL es un compromiso con nuestros hijos para legarles un futuro positivo,  menos contaminado. NO OIL es un remedio para afrontar la borrachera de petróleo que altera a la civilización humana. NO OIL es un gesto sencillo y que debemos comunicar a nuestros semejantes. NO OIL, combina dos idiomas, es un grito internacional, un grito a la modernidad ecológica y que millones de humanos entienden con sólo observarlo.

El objetivo de NO OIL es extender esta imitación de matrícula a las bicicletas usadas como medio de transporte urbano. Por cada kilómetro recorrido con una bicicleta contribuimos a evitar la emisión de 180 gramos de CO2 de un vehículo privado, la mitad de esa cantidad por pasajero en autobús y una quinta parte en metro o tranvía. NO OIL no es una gesto de boicot sino un gesto personal positivo, dónde por pequeño que sea éste, siempre será importante. Los pequeños cambios son poderosos. El nuestro es un mundo que necesita más de los pequeños gestos que de las grandes heroicidades. NO OIL no es una campaña para ecologistas recalcitrantes, sino para toda la ciudadanía proactiva. Todos podemos contribuir a reducir un poco nuestro consumo de petróleo en nuestra movilidad cotidiana. La bicicleta es el vehículo que mejor lo expresa, pero también cuando vamos a pie o utilizamos el transporte público.

La matrícula de la sostenibilidad urbana, es la imagen para convertir este mensaje simbólico en un compromiso personal que damos a conocer a nuestros amigos y compañeros de la gran familia humana que nos rodea.

Pedalear por la PAZ y el AIRE LIMPIO
España importa el 61,4% del carbón, el 99,5% del petróleo y el 97,1% del gas consumidos. Estas cifras convierten a nuestro país en un cautivo de los productores mundiales de energía y a todos nosotros en adictos dependientes de los vaivenes de mercado. Además, por si fuera poco, la mitad de la energía que consumimos proviene del petróleo y un 45 por ciento de la gastada en transportes se quema en vehículos privados. Los beneficios fomentan la riqueza de pocos, el desarrollo de algunos y siempre recaen en elites económicas. Nuestro dinero invertido en petróleo financia a jeques y grandes multinacionales que no destacan por compartir los beneficios de un recurso natural universal.

NO OIL es un mensaje para lucir desde la bicicleta, porque pedalear es hoy por hoy un verdadero acto revolucionario a favor de la Paz. Si valoramos que en un año de Guerra de Irak se han invertido alrededor de 100 mil millones de dólares (sin contar el coste de las vidas humanas perdidas y las que todavía se perderán) por los 900 millones de barriles año que produce Iraq (un barril equivale a 159 litros) lo que supone 143.100 millones de litros de petróleo manchado de sangre/año. España importa 1,5 millones de barriles diarios equivalentes o lo que es igual a 240 millones de litros al día. En otras palabras, cada ciudadano contribuye diariamente al consumo de 6 litros de petróleo de los que en un 40% proceden de importaciones de Oriente Medio.

Por cada litro de petróleo no quemado ahorramos 2,5 kg. de emisiones de CO2 a la atmósfera. Probablemente, todas estas cifras puedan parecer nimiedades, pero la suma de ciudadanos aportando su grano de arena en la reducción de petróleo para frenar la contaminación del aire no es puramente simbólica. Por ejemplo, durante el mes de agosto, en una ciudad como Barcelona, donde el tráfico se reduce notablemente la calidad del aire también mejora….

NO OIL no es un mensaje para la abstención sino para animar a un consumo consciente de la energía. NO OIL es un mensaje positivo para matricularse en la no fácil, pero necesaria asignatura de la sostenibilidad. NO OIL es una advertencia para utilizar menos petróleo y evitar sangre de inocentes, no sólo de guerras como la de Iraq, sino de conflictos de baja intensidad de otros países petroleros como Nigeria, Indonesia, etc. NO OIL contribuye a la reducción de dióxido de carbono CO2 y, por tanto, es una contribución personal al Protocolo de Kyoto. NO OIL es una campaña a favor de la bicicleta como medio de transporte.

Esto no es cuento
Oriente Medio, y en especial la región del Golfo Pérsico acumula el 30% de la producción mundial de petróleo. Sin embargo, alberga el 65 % de las reservas planetarias conocidas. Sólo en Arabia Saudí hay un 25% del total de las reservas. La Guerra de Iraq ha demostrado ser (después de que no se encontraran armas de destrucción masiva, ni biológicas, ni nucleares, ni tampoco conexión alguna con el terrorismo islámico de Bin Laden) una operación militar para instalar el capital americano y británico representado por las compañías petroleras como ExxonMobil, Chevron-Texaco, Shell, y  BP) con el fin de acceder al petróleo iraquí para los próximos 30 años.  

Mientras, el consumo de combustibles fósiles en el mundo no para de crecer. Países en avanzado proceso de desarrollo como China e India, con más de 2.000 millones de habitantes basan su desarrollo en el acceso al mercado fósil. De los 58,1 millones de barriles por día del año 1973 hemos pasado a los 82,4 millones de barriles diarios en el primer semestre del 2004. Las emisiones tóxicas a la atmósfera causadas por la quema de carburantes para el transporte, generar energía, consumo industrial, etc. se cifra en unos 10.000 millones de toneladas. La concentración de dióxido de carbono CO2 en la atmósfera alcanza los 369 ppm, una cifra de más del 30% respecto a los niveles de hace un siglo. Los desastres causados por huracanes, tormentas, inundaciones y otros fenómenos relacionados con las irregularidades meteorológicas no han cesado de aumentar. Desde 1980, más de 10.867 desastres climáticos han causado hasta 575.000 víctimas y sus costes económicos rondan los 10.000 millones de dólares.

La huella ecológica en los países desarrollados excede en más de 4 planetas, lo cual significa que simplemente estamos apoderándonos de los recursos de las próximas generaciones con el agravante que estos recursos no son renovables ni podrán restituirse. Eso mismo pasa con el petróleo y los demás combustibles fósiles. El petróleo es un recurso natural que tarda un millón de años en formarse pero lo consumimos en un santiamén. Sin embargo, muchos productos de uso cotidiano más allá de los carburantes provienen del petróleo. La diversidad de los plásticos son unos de ellos, pero también medicinas, las fibras textiles sintéticas, los lubricantes, asfaltos y otros. Sólo un 13% del petróleo se destina a usos no energéticos. El 87% lo quemamos para generar energía, contaminando y cambiando el clima. Si amamos a las futuras generaciones, personas que llevarán nuestros genes (parte de nuestra sangre) debemos pensar afrontar un estilo de vida más respetuoso y generoso con los que vendrán. Desde Fundación Terra estamos convencidos de que aplicando la ecointeligencia en el diseño de hábitos y productos cotidianos, es posible avanzar hacia el futuro sostenible compartiendo todas las bondades que las tecnologías eficientes nos brinden. Para ello es necesario y urgente reducir nuestro exacerbado consumo de recursos no renovables. El petróleo es uno de ellos, y quizás una de las grandes herencias que debemos dejar intactas para las generaciones futuras.

Artículo relacionado:

- Paso a paso para matrícularte en NO OIL

- Bicimatrícula NO OIL para su impresión

Canviat
13/07/2018

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