Campaña Madera Justa



Campaña Madera Justa


Logo de la campaña "Madera Justa" promovida por FSC España y COPADE.


Póster promocional de la campaña.


Las cinco razones para apoyar el FSC que propone la campaña "Madera Justa".







Marzo, 2009. Bajo el lema “Bueno para el bosque, bueno para tod@s”, la campaña Madera Justa promueve el uso y comercialización de productos del bosque obtenidos de un modo responsable tanto ambiental como socialmente. Para describir un producto maderero bajo el concepto de "Madera Justa", ésta se debe producir en bosques gestionados de forma racional y en los que se promueve la mejora social: debe ser convenientemente certificada por FSC y, al mismo tiempo, cumplir los principios del Comercio Justo, que garantizan tanto los derechos de los trabajadores que intervienen a lo largo del proceso como un reparto equitativo de los beneficios en toda la cadena de producción.

Así, la campaña une la promoción de la certificación forestal FSC –el sistema de certificación forestal más ampliamente aceptado y más estricto en sus criterios ambientales y sociales– con el apoyo a prácticas más justas en el comercio internacional. De este modo se fomenta que los productos realizados con madera tengan calidad y diseño, al mismo tiempo que respeten los derechos humanos y el medio ambiente. Esta justicia medioambiental y comercial es necesaria para luchar contra la pobreza y el cambio climático, e imprescindible para conseguir un desarrollo sostenible y a la vez garantizar una buena situación económica y una producción efectiva a largo plazo.

Una campaña de concienciación social y ambiental
La Campaña Madera Justa es una iniciativa de FSC España y COPADE que inició su andadura en 2008 y cuenta ya con el apoyo de más de 20 entidades socias o colaboradoras, entre las que se cuentan desde organizaciones estatales y autonómicas a entidades ecologistas. Los medios para promover la adquisición de prácticas de consumo responsable de productos forestales van desde los boletines informativos a la presencia en ferias, además de la visualización de los emblemas de la campaña en productos reales que se pueden encontrar en tiendas de Comercio Justo y que cumplen con los preceptos de lo que sería una “madera justa”.

La idea es llamar la atención sobre el origen y condiciones de producción de los más de diez mil productos que provienen de la madera y que empleamos en la construcción, en muebles, en utensilios, o en forma de papel o cartón, y animar a realizar elecciones más responsables en el momento de adquirirlos, tanto en el ámbito de los grandes compradores como en el ámbito particular, por lo que la campaña pretende concienciar tanto a la ciudadanía española como a las administraciones públicas y a las empresas privadas de la necesidad de comprar productos de madera con el sello FSC y realizados bajo los criterios de Comercio Justo.

Buscar el sello FSC, proteger los bosques
La campaña pretende cambiar el círculo vicioso en el que los consumidores compran madera que puede proceder de talas ilegales porque resulta más económica –de modo que contribuyen a reducir la masa forestal mundial–, por un círculo virtuoso en el que solicitan madera FSC que obligue a las empresas a buscar cada vez más proveedores certificados, que consigan abaratar el precio del producto final, sin por ello provocar la desaparición del bosque.

La tala ilegal es uno de los grandes problemas para la conservación de los bosques y de su biodiversidad, principalmente en zonas tropicales. Contribuye a la deforestación; arruina los esfuerzos de una gestión forestal responsable; favorece la corrupción y la evasión fiscal y reduce los ingresos de los países productores, afectando a millones de personas que habitan y dependen de los bosques y de sus recursos. Según estimaciones del Banco Mundial, las talas ilegales y su mercado asociado suponen para los países productores pérdidas anuales de entre 10.000 y 15.000 millones de dólares. A su vez, las estimaciones de WWF/Adena, sitúan las importaciones españolas de madera procedentes de regiones donde las talas ilegales son prácticas habituales, alrededor del 17%. La Certificación Forestal FSC surge como una herramienta para promover la gestión responsable de los bosques y su conservación, frenando las talas ilegales al identificar en el mercado los productos que proceden de bosques bien gestionados, de acuerdo a unos estándares exigentes y consensuados internacionalmente bajo el equilibrio de intereses sociales, ambientales y económicos.

La campaña Madera Justa manifiesta su apoyo al sello FSC como un sello participativo y democrático que recoge todas las inquietudes del sector social, ambiental y económico, y considera que el sello FSC está por delante de otros sellos de certificación en cuanto a la defensa de los criterios sociales, especialmente en poblaciones desfavorecidas de países del Sur, y en concreto en la defensa de las poblaciones indígenas. Por ello, valora que el sistema FSC, atendiendo a criterios ambientales y sociales, debería ser prioritario, por ejemplo, en aspectos de compra pública, como ya lo es en países del entorno europeo o en ayuntamientos de varias poblaciones españolas.


Un mundo más justo
La campaña también da a conocer la importancia de establecer unos criterios de producción más igualitarios y que respeten las condiciones y derechos de los productores. En este sentido, es interesante apuntar que la Coordinadora Estatal de Comercio Justo (CECJ) está desarrollando un sistema de verificación e identificación de los productos de Comercio Justo con el propósito de dar más confianza al consumidor, para garantizar y etiquetar los productos que hayan sido fabricados, distribuidos y comercializados bajo los criterios y requisitos del Comercio Justo y por lo tanto contribuyan al desarrollo social y económico de las comunidades productoras. La CECJ vela desde 1996 para que las organizaciones que forman parte de ella y los productos que comercializan cumplan con todos los estándares de Comercio Justo, pero hasta ahora no contaba con un sistema de certificación que incluyera a los responsables de distribuir y comercializar la mercancía, como tampoco lo hace el sistema de certificación más conocido, a través del sello Fairtrade Labelling Organizations International (FLO), que presenta además otras carencias, como el hecho de limitar la certificación en España únicamente a productos de alimentación como té, cacao o azúcar. Bajo el nuevo sello sí se podrían acoger productos hasta ahora no oficialmente certificados, como los elaborados en madera, telas, hilo u otros materiales, que son distribuidos y comercializados por organizaciones como COPADE bajo el emblema de la “Madera Justa” y que ahora ya disponen de un sistema de certificación no oficial que les permite ofrecer todas las garantías necesarias de seguimiento de estos criterios de responsabilidad ambiental y social.



Este artículo ha sido realizado con información disponible en la web de la campaña Madera Justa (http://www.maderajusta.org) la cual, además de informar sobre los avances de la campaña, también se hace eco de noticias sobre comercio justo, amenazas a los ecosistemas forestales, certificación forestal o consumo responsable.




Canviat
09/02/2017

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