Océanos

Los mares y océanos quedaron al descubierto con la serie de la BBC Planeta Azul que luego tuvo su versión cinematográfica en Deep Blue. Las imágenes inéditas y los comportamientos animales más singulares quedaron plasmados en la mente de muchas personas. A continuación, la BBC dedicó una serie específica al océano Pacífico Sur, que en España el diario el Público distribuyó durante el primer trimestre del 2010 y que fueron ofrecidos por Canal +. Nuevamente, se desvelaron imágenes de la vida marina nunca vistas hasta entonces.

zoom

Título Original: "Oceans"
Género: Documental
Dirección: Jacques Perrin. Jacques Cluzaud
Guión: Christophe Cheysson. Jacques Cluzaud. Laurent Debas
Fotografía: Luc Drion. Philippe Ros
Música: Bruno Coulais
País y Año: Francia, 2010
Duración: 100 minutos
Distribución: Vertice

Jacques Perrin y Jacques Cluzaud son conocidos por su documental Nómadas del viento, sobre la migración de las aves siguiéndolas desde el aire, que dejó boquiabierto a medio mundo. La banda sonora de este film, preparada por Bruno Coulais, batió récords de venta. Ahora, tras 4 años y con un presupuesto de 50 millones se han lanzado a una nueva aventura, en este caso sumergiéndose en los océanos de todo el planeta. No han buscada hacer un documental más, sino aportar una visión personal de este mundo insólito para la mayoría de los humanos. Para llegar al resultado cinematográfico de Océanos exploraron este medio durante 8 años y se valieron de la colaboración y consejo de importantes entidades científicas.

En realidad el objetivo, como es propio de Perrin en toda su filmografía, ya sea como realizador o implicado directamente, es siempre sorprender con un estilo original y, sea dicho, en este filme lo consigue. Basta recordar por ejemplo Microcosmos, otro documental de su firma, filmado desde la perspectiva de los insectos. Otra característica del trabajo fílmico de Perrin es la fidelidad de la cámara frente a la escena. En Océanos hay muy pocos efectos especiales y ningún trucaje. Sólo para una secuencia los realizadores utilizaron un “tiburón electrónico”: una maqueta de plástico de un tiburón robotizado. Gracias a esta técnica, el espectador puede contemplar “desde dentro” la captura, mutilación (cortándole las aletas que tan apreciadas son en la cocina asiática, y que se han convertido en una de las causas de devastación de las poblaciones de tiburones en todo el planeta) y la agonía del tiburón después que lo vuelven a tirar al mar sin aletas. El equipo no quería filmar agresiones a las especies marinas, pero resultaba imprescindible no dejar sin apunte alguno esta crueldad que, además, ha generado un documental específico sobre el tema que es aterrador: Tiburone.

Los recursos técnicos para obtener las imágenes insólitas que ofrece Océanos
Probablemente, lo más destacado es que para este documental diseñaron cámaras especiales para poder desplazarse a la velocidad de los atunes de 30 km/h (15 nudos), como si estuviéramos en su grupo, o bailar entre las ballenas. Filmaron escenas mitad agua mitad aire gracias a dos tablas de surf y barras de sujeción que permiten obtener una imagen desde una perspectiva única. Para acercarse a determinados animales lo hicieron con helicópteros teledirigidos y con un motor supersilencioso. El elenco tecnológico es digno de un reportaje específico. El objetivo, sin embargo, no es más que el de no asustar a los animales y poderlos filmar como si navegásemos con ellos. Gracias a todas estas técnicas podemos ver escenas que te hacen dudar de si lo que estás viendo no son efectos especiales, y podemos ver a los animales tan de cerca que, aún sabiendo la gran cantidad de dinero invertido en nuevas técnicas, no nos podemos dejar de preguntar cómo lo hacen.

Nos sorprende el enorme tamaño de los grandes cetáceos y la gracia con que se mueven.

Océanos no es un película de ficción, porque no cuenta la historia de unos personajes, con una intriga y un desenlace, pero tampoco es un documental en el sentido estricto, que describe, comenta y explica un punto de vista. En realidad, Océanos es un tsunami de emociones a través de seleccionar los momentos más épicos de la vida de nuestros mares. Porque Océanos es, ante todo, un homenaje a la riqueza, la belleza y la fragilidad de los mares. Es una apuesta por entretener a la vez que sensibilizar. No es una clase magistral de ecología como Deep Blue, pero nos permite ser pez entre peces, algo que ofrece una experiencia cinematográfica innovadora, como caracteriza a Jacques Perrin. Es un espectáculo digno de ver, tanto para los amantes de la naturaleza como para los amantes del cine y de la fotografía, con imágenes impresionantes que nos muestran los momentos más íntimos y tiernos de las criaturas marinas, así como las escenas más feroces de la vida en el océano. Como es habitual, el filme sigue el ritmo de la banda sonora de Bruno Coulais, que tampoco nos deja indiferentes.

Uno de los momentos más íntimos de estas criaturas, cuando la madre anima a tirarse al agua a su cría por primera vez.

 

 

 

Canviat
09/02/2017

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