Econoticias nº 18. El corcho ayuda a conservar los bosques




11 diciembre 2003. Los alcornocales son ecosistemas mediterráneos de gran riqueza biológica, hogar de especies amenazadas como el ciervo de Berbería (Cervus elaphus barbarus) en Túnez o el águila imperial ibérica (Aquila heliaca) y el lince ibérico (Lynx pardinus) en España y Portugal. El lince ibérico es la especie de felino salvaje más amenazado del mundo y actualmente está atravesando una situación dramática: estimaciones de WWF/Adena cifran en menos de 200 individuos la población total de esta especie. Esta población ha sentenciado prácticamente su supervivencia lo que significaría la primera extinción de un félido salvaje desde hace 10.000 años, cuando desapareció el tigre dientes de sable. De ahí la importancia de conservar los bosques de alcornoque del sudoeste español. Una de las principales amenazas para el bosque de alcornoques es la tendencia actual a disminuir el uso del corcho y a substituirlo por materiales sintéticos como el plástico. Cada vez son más las botellas que han substituido los tapones de corcho por el plástico. Los bosques de alcornoque del área mediterránea aportan más del 99 por ciento del corcho del mundo. Cada año se producen más de 15 mil millones de tapones de corcho para el mercado vinícola internacional y más de 80.000 personas dependen de la industria del corcho en España, Portugal, Argelia, Marruecos, Italia, Francia y Túnez, los principales países productores del mundo. Asegurarse que una botella lleva tapón de corcho contribuye a salvar especies como el lince.. La extracción del corcho es uno de los métodos de explotación forestal más respetuosos con el entorno. Contrariamente a lo que se piensa, ningún árbol es cortado para obtener el corcho, respetándose un período de al menos nueve años antes de volver a extraerlo. Esta tradición milenaria puede desaparecer si la demanda de corcho disminuye y, con ella, un patrimonio natural y cultural único. Los alcornocales en España no atraviesan su mejor momento de conservación. Sus principales amenazas son el abandono debido al despoblamiento rural y el envejecimiento de las masas forestales por la falta de regeneración provocada por anteponer el uso agrícola y ganadero de los alcornocales a la obtención de corcho. Un problema importante es también la progresiva disminución de corcheros capacitados para realizar los trabajos de saca del corcho. Pero además, estos bosques de alcornoque no sólo benefician a las personas directamente relacionadas con la industria del corcho: otros habitantes recogen la miel de las colmenas en los bosques, las bellotas de alcornoque sirven como alimento para el ganado y las fresas, frambuesas y otras frutas que crecen en la hierba y los matorrales sirven para elaborar otros productos locales. Una excelente forma de explotación agro-silvo-pastoral milenaria que debe perdurar.
Econoticias 18 corcho







Canviat
09/02/2017