La bicicleta verde

En muchas ocasiones en el cine, la bicicleta ha sido no sólo el vehículo sostenible con el que desplazarse de una forma más humana, sino también un símbolo de los sueños de libertad. Son varias las películas que, desde que Vittorio De Sica rodara El ladrón de bicicletas (1948), han hecho protagonista de la gran pantalla a esta máquina verde, -ver, por ejemplo, La bicicleta, de Sigfrid Monleón.

Cartel de la película La bicicleta verde

La bicicleta verde es una de ellas, pero su fondo es un alegato a favor de una vida más digna para la mujer de los países árabes y habla de temas universales como la esperanza y la perseverancia a favor de la igualdad de género.

La película no presenta una gran historia, sino una más bien pequeña. Una historia sobre las emociones de un pequeño grupo de personajes. Una chica joven y su madre, y sus vidas dentro de la sociedad. No es un sermón, sino una aventura que inspira y emociona. A pesar de la simpleza de la historia, es un retrato real de la situación de la mujer en Arabia Saudí y de las maniobras que tienen que hacer para manejarse dentro del sistema, -como ser la mejor recitando el Corán.

El corazón de La bicicleta verde es algo con lo que todo el mundo se puede identificar: un paseo en el que la protagonista, para no ser tildada como diferente o anormal por querer algo que está fuera de lo que tradicionalmente se considera aceptable, se camufla. Sin llegar a ser una crítica del sistema de sociedad islámica, el film se adentra en los entresijos de la cultura saudí, que puede llegar a ser especialmente brutal y implacable con aquellas personas que se salen un poco de sus estándares. Por estos motivos, la bicicleta es un símbolo de la necesaria liberación de la mujer en los países mulsumanes, -ver cómo se consideraba en los años 40 en nuestro país la bicicleta y la mujer.

La misma protagonista es un ejemplo de lo que la película plantea. Tal y como cuenta su directora, Haifaa Al Mansour, -que es la primera mujer directora de cine en Arabia Saudí y es considerada una de las figuras más significativas del Reino-, escogió a una niña nacida y criada en Riad, Waad Mohammed, de doce años que llegó a una de las sesiones del casting con el look y la actitud que requería su papel. Waad apareció con sus cascos sobre la cabeza, vaqueros y tatuajes en las manos. La directora buscaba a una chica que, además, tuviera una linda voz para poder cantar con su madre, memorizar y recitar el Corán, -y sin duda la tiene.

La protagonista de la La bicicleta verde frente a la máquina de pedales

La bicicleta verde muestra que es difícil conseguir que las mujeres sean ellas mismas. Si se comportan de manera diferente a la norma aceptada, son consideradas  “controvertidas” y eso ocurre en cualquier lugar del mundo, -y más aún en un lugar tan conservador y estricto como Arabia Saudí. Se espera que las mujeres se comporten de una determinada manera y, cuando se desvían, aunque sólo sea un poco, suelen ser etiquetadas y estigmatizadas. La directora Haifaa Al Mansour se arriesga con esta película para que la mujer tenga un altavoz y pueda expresar la necesidad de ser en una sociedad dominada por el machismo. En cierto sentido, La bicicleta verde puede verse como una antología de algo que no hace muchas décadas les pasaba a las mujeres occidentales. Ojalá dentro de poco, la bicicleta pueda ser útil también para los desplazamientos de las mujeres en todas partes del mundo, sin que este vehículo ecológico y saludable sea vetado por ninguna cultura.

Argumento

Wadjda es una niña de 10 años que vive en las afueras de Riad, capital de Arabia Saudí. A pesar de crecer en un mundo muy conservador, Wadjda es divertida, emprendedora y siempre anda forzando los límites para salirse con la suya. Después de discutir con su amigo Abdullah, un vecino con el que no debería jugar, Wadjda descubre una bici verde que está a la venta. Lo que quiere es poder ganar a Abdullah en una carrera. Pero su madre no se lo permite por miedo a las repercusiones de la sociedad saudí, que cree que las bicicletas son peligrosas para la virtud de una chica. Decidida, Wadjda intenta, por si sola, obtener el dinero para poder comprársela.


 
Al principio, la madre de Wadjda, está demasiado preocupada, intentando convencer a su marido de que no tenga una segunda esposa para darse cuenta de lo que hace o deja de hacer su hija. Muy pronto, los planes de Wadjda se van al traste cuando en el colegio descubren su propósito. Justo en el momento en que Wadjda ha perdido la esperanza de conseguir el dinero que le falta, se entera de un concurso que premia en metálico a los que mejor reciten el Corán. La pequeña se entrega a memorizar y recitar los versos del Corán, y sus profesores empiezan a ver en Wadjda un modelo de niña pía. El concurso no va a ser fácil. Sobre todo para una niña como Wadjda a quien le gusta meterse en líos. Pero no se rinde, está convencida de seguir adelante para lograr hacer realidad sus sueños.

 

Ficha técnica

Actores: Rem Abdullah, Waad Mohammed, Abdullrahman Al Gohani, Sultan Al Assaf, Ahd
Directora y guionista: Haifaa Al Mansour
Director de Fotografía: Lutz Reitemeier
Música: Max Richter
Nacionalidad: Arabia Saudí y Alemania
Año: 2013
Género: Drama
Duración: 98 min
Distribución: Wandavision

Artículo elaborado con informaciones facilitadas en el Pressbook de Wandavision. Fotogramas del film facilitados por la distribuidora.

Changed
09/02/2017

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