Econoticias 31, Primera gran plantada de calçots urbanos




11 septiembre 2004. Los balcones y las terrazas urbanas pueden ser comestibles. Éste es el objetivo que estimula desde hace tiempo la Fundación TERRA. Para plantar un huerto urbano no hace falta más que un espacio soleado y  un recipiente adecuado, una jardinera, un tiesto, un bote de pintura reciclado, una caja de plástico o una bañera vieja. Cultivar hortalizas en la ciudad es una actividad sencilla. Sin embargo, para facilitarlo todavía más la Fundación TERRA promueve la cubeta de cultivo desarrollada por Tarpuna Iniciativas Sostenibles y conocida como horturba. Este recipiente, de un metro cuadrado alzado con unas patas de setenta centímetros, permite cultivar lechugas, tomates, pimientos, berenjenas, cebollas, ajos…Quienes ya han descubierto el horturbà habrán comprobado que abrirle las puertas de casa a la agricultura biológica supone, además de degustar alimentos sabrosos, una labor educativa y placentera.



Cada época del año tiene sus propios cultivos. Del otoño a la primavera, sin embargo, las huertas no ofrecen mucha variedad y, además, el frío invernal puede ser fatal. A pesar de ello, existe un cultivo tradicional de invierno, apto para el clima mediterráneo y de fácil manejo. Se trata del calçot, una variedad de cebolla muy popular en el sur de Cataluña y que ha desembocado en una arraigada tradición cuando llega su cosecha a primeros de marzo: la calçotada. Entonces los calçots, que pueden recordarnos a los puerros, aunque con paladar dulzón y acebollado, se ponen sobre una parrilla y se asan. Se degustan con una salsa de romesco.

Apuntarse y disfrutar

Con el objetivo de promover el cultivo de plantas comestibles en la ciudad, la Fundación TERRA, junto con Tarpuna Iniciativas Sostenibles, pretende organizar una primera gran "Calçotada urbana" para primeros de marzo de 2005. El primer paso exige plantar los calçots a finales de este mes de septiembre para que, a inicios de marzo, se obtenga la que será la primera cosecha de calçot urbano de la Historia.

Las entidades organizadoras emplazan a las personas interesadas en participar a que se apunten a plantar calçots. Para ello, es imprescindible inscribirse, pues hay que llevar un inventario de la posible producción que se obtendrá. Si se dispone de un metro cuadrado de cultivo, ya es posible plantar unos seis calçots. Aunque el cultivo del calçot es sencillo, el miércoles 22 de septiembre a las 19,30 h se impartirá una sesión teórico-práctica en los locales de la Fundación TERRA (Avinyó, nº 44, Barcelona). La sesión está destinada a aquellas personas interesadas en plantar calçots en la terraza o balcón. El periodo óptimo para plantarlos es hasta fines de septiembre.
 
Lógicamente, los usuarios de Horturbà lo tienen más fácil. Sin embargo, los organizadores animan a que cualquier otro recipiente pueda ser útil, mientras pueda “calzarse” la cebolla, es decir, que podamos ir enterrando sus hojas a medida que crecen. Las escuelas también pueden sumarse a esta iniciativa en sus huertos; algunas de ellas ya tienen experiencia plantando calçots. En una mesa de cultivo Horturbà pueden plantarse una o dos hileras de calçots, que suponen, aproximadamente, un kilo de cebolla de la variedad “blanca gran tardadana de Lleida”. Los organizadores proporcionarán información sobre dónde adquirirlas.

Sin duda, esta plantada de calçots urbanos es la primera iniciativa de este estilo que se lleva a cabo para estimular la horticultura urbana en terrazas y balcones. Ahora bien, la Fundación TERRA ha editado un libro en lengua catalana sobre las técnicas básicas aplicables en la agricultura biológica urbana: “El rebost de la ciutat”.

Las inscripciones a la plantada de calçots urbanos pueden hacerse a través de la web  o del teléfono 936 011 636 de la Fundación TERRA.





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09/02/2017