Una verdad muy incómoda: ahora o nunca

Una década después de que “Una verdad incómoda” (2006) llevase el cambio del clima a la cultura popular, aparece esta secuela, una vibrante puesta en escena para poner de manifiesto lo cerca que estamos de una verdadera revolución de la energía. El ex vicepresidente Al Gore continúa su incansable lucha, viajando por todo el mundo para preparar a un ejército de adalides del clima y para influir en la política climática mundial. Las cámaras le siguen tras el escenario, en momentos privados y públicos, divertidos y emotivos, en su esfuerzo por materializar la idea de que, aunque nunca nos hemos jugado tanto, los peligros del cambio climático pueden ser superados mediante el ingenio y la pasión que atesora el ser humano.

Una verdad muy incómoda: ahora o nunca es un documental que tiene un buen ritmo fílmico y que es capaz de arrencarnos de la butaca para cuestionarnos algunos de nuestros hábitos lesivos para la crisis climática. Es especialmente emotivo el momento del lanzamiento del satélite DSCOVR de vigilancia climática y dotado de una cámara EPIC (Earth Polychromatic Imaging Camera) que permite ver la Tierra entera como la perla azul que es. Precisamente, el gobierno Bush impidió poner en órbita y especialmente esta cámara por considera que contribuía a la conciencia ambiental planetaria. Al Gore, como nuestra el film, consiguió que con la llegada de Barack Obama se desenpolvara de un almacen de la NASA este satélite y todo su instrumental y fuera lanzado el 11 de febrero 2015. 

La secuela, Una verdad muy incómoda: ahora o nunca muestra la situación actual, el agravamiento de las sequías e inundaciones, pero no todo es alarmista y catastrófico, el documental de forma positiva nos cuenta también los avances experimentados a nivel tecnológico para ayudarnos en esta lucha. El objetivo del documental no es otro que advertirnos que el tiempo se nos acaba, y este es el concepto que los directores Bonni Cohen y Jon Shenk junto con Al Gore nos trasladan en este nuevo documental en el que el exPresidente vuelve a ser el protagonista y en el que lanza un inquietante ultimátum: el planeta se muere si no actuamos ya. Pero tras esta advertencia el film nos muestra el optimismo por lo mucho que estamos avanzando, por los avances experimentados a nivel tecnológico para ayudarnos en esta lucha, especialmente, en el ámbito de las energías renovables, pero que no es suficiente. Lamentablemente, en España el film de Al Gore llega a muy pocas salas.

La pasión de una misión planetaria
Desde hace años Al Gore reitera la urgencia de cambiar nuestro modo de vida, y no ha cesado en difundir este mensaje, en Una verdad incómoda: ahora o nunca pone el foco en que estamos en el buen camino. Una muestra de ello es que la producción de energías renovables ha superado a nivel mundial muy ampliamente las previsiones que había para el año 2010. También opina que la pasada Cumbre del clima celebrada en París (2015) supuso un importante avance, ya que por primera vez se alcanzó un acuerdo universal, vinculante y revisable para reducir las emisiones de gases de efecto invernadero y limitar el calentamiento global.

Hace once años, Al Gore llevó a millones de personas a preguntarse por la crisis climática y advertir que había que hacer algo al respecto. Desde entonces, la ciencia del clima ha hecho grandes avances, ayudándonos a entender mejor el desafío a que nos enfrentamos. Pero no es menos cierto que muchas empresas han visto que había que impulsar las energías renovables, como la solar y la eólica ya que además es más barata y competitiva que la energía basada en combustibles fósiles en muchas partes del mundo. La contaminación del aire de las grandes ciudades ha impulsado aunque de forma todavía tímida el apoyo al vehículo eléctrico. Aunque no tengamos la sensación el cambio que ha sucedido en esta la última década es impresionante, pero todavía hay mucho trabajo por hacer para construir el futuro sostenible y que nuestro planeta necesita. Una verdad muy incómoda: ahora o nunca nos da un vistazo de lo que ha cambiado - para bien o para mal - en la lucha contra la crisis climática en los últimos 11 años.

Emisiones de carbono en aumento
Las emisiones de carbono de la actividad humana representan ya entre 65-76 por ciento de los gases de efecto invernadero haciendo que la temperatura de la Tierra aumente a un ritmo tan rápido  que sólo se dio hace millones de años. Mientras que la variación natural en el ciclo de carbono de la Tierra conduce a algunas fluctuaciones en los niveles de dióxido de carbono atmosférico (CO2), en general, podemos ver una conexión clara entre la quema de combustibles fósiles y estos niveles de gases en la atmósfera. Su concentración ha aumentado alrededor del 40 por ciento sobre los dato de los  tiempos preindustriales. Pero lo que da miedo es que sólo en los últimos 11 años, los niveles de CO2 han aumentado un 5,5 por ciento, pasando de 382 partes por millón (PPM) en julio de 2006 a 404 PPM en abril de 2016. Lo que significa más calor atrapado en nuestra atmósfera.

Las temperaturas globales de la superficie se incrementan
No es ningún secreto que 14 de los 15 años más calurosos jamás registrados han ocurrido desde 2001. El año 2015 fue el año más caliente registrado, y 2016 está en la línea de serlo todavía más. Estas temperaturas récord son cristalinas con los datos meteorológicos disponibles.  La tendencia del incremento de la temperatura global comienza alrededor de 1950 y no han parado de crecer. Sólo en la última década, las temperaturas globales se han desviado del promedio a largo plazo en 0,63 ºC en 2006 a 0,87 ºC en 2015. Estas cifras contundentes demuestran que nuestro planeta se está calentando como nunca antes en la historia reciente.

Los niveles del mar suben
La altura del nivel del mar en todo el planeta está aumentando desde el siglo pasado a medida que los glaciares se derriten más rápido y la temperatura del agua aumenta, provocando que los océanos se expandan. Entre junio de 2006 y enero de 2016, el nivel del mar aumentó alrededor de 41,24 milímetros. Solo este cambio afectaría a la mitad de la población mundial que vive en pueblos y ciudades situados a menos de 60 kilómetros de la costa, incluyendo ocho de las 10 ciudades más grandes del mundo.

Lucha como si tu mundo dependiera de ello
En 2006, la acción internacional concertada sobre el cambio climático seguía encallada. El Protocolo de Kioto -el primer intento serio de establecer objetivos internacionales para reducir las emisiones- había entrado en vigor el año anterior, pero Estados Unidos nunca lo ratificó. Además en Copenhague en 2009, todas las conversaciones sobre un nuevo tratado sobre el clima se disolvieron. Habría que esperar a 2015 con el Acuerdo de París para disponer de un documento que supusiera un pequeño punto de inflexión. Este acuerdo fue de todas maneras firmado oficialmente en el Día de la Tierra 2016. Sin duda, este acuerdo es el primero de su tipo en fijar metas globales para reducir las emisiones de carbono e incluye compromisos de los principales emisores de carbono como Estados Unidos, China e India. Precisamente, el documental recoge algunos de los momentos álgidos  en las negociaciones que facilitaron llegar a este acuerdo y en el que Al Gore tuvo un papel esencial desde la sombra.

Tal y como reconoce el documental, tenemos mucho trabajo por delante para detener la crisis climática, pero nos recuerda que disponemos ahora de grandes avances tecnológicos que nos permiten observar un horizonte lleno de esperanza para reducir las emisiones de efecto invernadero en la línea del Acuerdo de París aunque este sea claramente insuficiente. No basta con limitarnos a ser espectadores de lo que sucede en la acción climática de este año. Por eso hay que ser parte de la solución. Al Gore sigue su cruzada para seguir reclutando adeptos para ponerse en pie de guerra y luchar contra los poderosos intereses de los combustibles fósiles y la negación del clima.

Podemos, según Al Gore, ser optimistas y esto es lo que pretende mostrar Una verdad muy incómoda: ahora o nunca. Sólo algunos de los datos que nos muestra como el del crecimiento de los vehículos eléctricos o de la energía solar son en si mismo una gran esperanza, aunque insuficiente.  Uno de los mayores éxitos en soluciones climáticas es el crecimiento de la energía solar. En 2015, Estados Unidos instaló 7.260 megavatios de energía solar fotovoltaica (MW), que fue el mayor crecimiento de esta opción energética de la historia y un salto gigante comparado con los 105 MW instalados en 2006. Eso es más que un aumento de 6.800 por ciento. Las centrales fotovoltaicas esta en auge. Según un informe de GTM Research, se prevé que el mercado solar de Estados Unidos crecerá un 119 por ciento en 2016 solo, agregando más del doble de la capacidad instalada el año pasado.

Antes que sea tarde
Aprovechamos este artículo para recordar que hay otros documentales no menos impactantes sobre la crisis climática, como el último trabajo de Leonardo Di Caprio, Before the flood (2016), que sinceramente es mucho más plural tanto por la cantidad de expertos como de soluciones que nos plantea, simplemente ni se estrenó en sala en nuestro país (descargar la ficha de prensa), pero que puede verse por internet (Antes que sea Tarde). Pero, no olvidemos que Al Gore, más allá de su aura ecológica es una persona del establishment y alerta pero edulcora, algo que Leonardo Di Caprio no necesita hacer. De ahí que Before the flood sea incómodo como en su día lo fue La hora 11 (2007).

 

Cartel del documental.

Ficha técnica
Título original: An Inconvenient Sequel: Truth to Power
Director: Bonni Cohen, Jon Shenk
Reparto:   Al Gore, Barack Obama, Donald J. Trump
Productores: Jeffrey Skoll, Diane Weyermann, Richard Berge
Música: Jeff Beal
Género: Documental
Duración: 100 min
País: USA
Estreno en España: 06/10/2017
Productora: Participant Media
Distribuidora en España: Paramount Pictures Spain

Artículo elaborado por la redacción de terra.org. Fotogramas del film.

Canviat
10/10/2017

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