España invertirá en Latinoamerica para reducir su cuota de gases tóxicos




13, Diciembre 2004. En el marco de la  Conferencia sobre el cambio climático celebrada en Buenos Aires, España se ha comprometido con la comunidad internacional aprobando el plan nacional de asignación de los derechos de emisión, para fijar los topes de CO2 que tendrán los grandes sectores generadores de energía. Por ello la Ministra de Medio Ambiente, Cristina Narbona pretende explorar la posibilidad de que España se acoja a los denominados proyectos de desarrollo limpio previstos en el protocolo de Kioto.

Los Mecanismos de Desarrollo Limpios (CDM) están previstos en el Protocolo de Kioto y permiten reducir emisiones u obtener descuentos en sus propios inventarios o registros de gases mediante la realización de inversiones con tecnología limpia en naciones en vías de desarrollo, siempre que demuestre que éstas aminoran también los gases calientes en ese país. Esta opción es recomendable cuando una industria o un país no pueden asumir las reducciones de gases en sus instalaciones industriales de origen -o le resulta cara la compra de derechos de emisión. Los CDM permiten contabilizar estas inversiones para poder cumplir con Kioto.




La cocina solar parabólica ahorra emisiones de gases de efecto invernadero.
En unas primeros acuerdos España ha firmado ya acuerdos con el gobierno de Panamá y de Mexico, Colombia y Argentina. A su vez se están estudiando otros pactos similares con países que han anunciado su interés de participar también como es Bolivia y Costa Rica. Los países y las industrias que se acojan al mecanismo de desarrollo limpio deben dar garantías de que van a hacer uso de las mejores tecnologías disponibles, de manera que el descuento de gases que hagan en sus registros es la diferencia entre las emisiones que se producirían en esos en condiciones normales -sin criterios ambientales- y las que deriven del empleo de la tecnología limpia.

Empresas eléctricas, refinerías, cerámicas y vidrio -entre otros sectores afectados por la directiva vinculada al protocolo de Kioto- podrían ver allanado el camino. En cualquier caso,
"Lo que se debe descontar es la emisión que no se llega a producir como consecuencia de haber utilizado una tecnología más limpia que la que se hubiera empleado en una decisión normal", explica Teresa Ribera, jefa de la oficina española de cambio climático, que ha sido responsable de la delegación española en el tramo técnico de la conferencia.

Las industrias, especialmente las empresas eléctricas, cerámicas, refinerías y vidrio obtienen a cambio de estas inversiones ambientales en otros países los denominados certificados de reducción de emisiones. El control de estos los efectúa una junta ejecutiva de la ONU. España tiene la necesidad de apostar por los mecanismos flexibles por las dificultades de cumplir con el Protocolo de Kioto contra el cambio climático. Recordemos que nuestro país en los últimos años ha incrementado esas emisiones un 40%, cuando no podía aumentarlas (respecto al nivel de 1990) en más de un 15% para el horizonte del 2012. El Gobierno español estima que será necesario adquirir unos 100 de millones de toneladas de CO2 a través de los mecanismos  flexibles hasta el año 2012.




Modificado
09/02/2017