Estados Unidos rechaza nuevas centrales eléctricas de carbón



Estados Unidos rechaza nuevas centrales eléctricas de carbón
Alerta 2 - 2008
En un informe compilado a principios de 2007, el Ministerio de Estados Unidos de Energía enumeró 151 centrales eléctricas de carbón que estaban en etapa de planeamiento y anunció un resurgimiento en la producción de electricidad con carbón. Pero durante el año 2007, a 59 centrales eléctricas de carbón que se habían planteado en territorio de Estados Unidos les fueron rechazadas sus licencias por los gobiernos del estado o el proyecto fue abandonado. Además de las 59 plantas que cayeron, los permisos de cerca de 50 centrales de carbón más se están disputando en las cortes, y probablemente, las centrales restantes van a ser desafiadas cuando alcancen la etapa de obtención de permisos.


Planta de generación eléctrica con carbón en Conesville, Ohio, USA


Vagones de trenes cargados de carbón en Ashtabula, Ohio (Estados Unidos)


Web a favor de la moratoria del uso del carbón Coal Moratorium Now!


Antracita, el carbón más duro, brillante y negro, usado sobre todo para la calefacción de espacio residencial y comercial


Explotación carbonífera en Estados Unidos (fuente: http://www.cmnow.org/)

14 de febrero 2008. Lo que comenzó como meras olas de resistencia local a la producción de energía con carbón, se está convirtiendo rápidamente en una marea nacional de oposición con organizaciones ambientales, de salud, granjeros, organizaciones comunales y con un creciente número de gobiernos estatales que se suman a la oposición. El gran público se está posicionando contra el carbón. En septiembre 2007, en una encuesta nacional de la Opinion Research Corporation sobre qué tipo de fuente de electricidad preferiría, sólo el 3 por ciento eligió el carbón.

Uno de los primeros y principales reveses de la industria del carbón llegó a principios del 2007, cuando los grupos ambientales convencieron a la empresa de servicios públicos de Tejas TXU para que redujera el número de centrales eléctricas con carbón previstas en el estado de Tejas de 11 a 3. Y ahora, incluso estas 3 plantas propuestas están siendo desafiadas. Mientras tanto, el objetivo de la producción de energía en el gobierno del estado de Tejas está cambiando hacia la implantación de la energía eólica. El estado está planeando 23.000 megavatios de nueva capacidad eólica (el equivalente a 23 centrales eléctricas de carbón).

En mayo, la comisión de servicios públicos de Florida rechazó otorgar una colosal licencia de 5.700 millones de US$ a una planta de carbón de 1.960 megawatts porque la empresa no podía probar que la construcción de la planta fuera más barata que invertir en la conservación, la eficacia y en fuentes de energía renovable. Este argumento de Earthjustice, un grupo ambiental legalista sin ánimo de lucro, combinado con la oposición pública extensamente expresada a más centrales eléctricas de carbón en Florida, condujo a la retirada discreta de cuatro otras ofertas para plantas de carbón en el estado. El gobernador republicano Charlie Crist, que está perfectamente enterado de la vulnerabilidad de Florida al levantamiento del nivel del mar, se está oponiendo las nuevas plantas de carbón y ha anunciado activamente que el estado planea construir la central eléctrica solar-térmica más grande del mundo.

Argumentos contra las centrales de carbón
La principal razón para oponerse a nuevas plantas de carbón es la preocupación creciente por el cambio del clima. Otra razón emergente son los costes altísimos de construcción. Y además, se está intensificando la preocupación por la salud causada por las emisiones de mercurio y las 23.600 muertes anuales en Estados Unidos por contaminación atmosférica generada en las centrales eléctricas (véanse los datos).

Las empresas han argumentado que el dióxido de carbono (CO2) de las chimeneas de las plantas de carbón se podría capturar y almacenarlo en el subsuelo, con la esperanza de subsistir y ayudar a mantener viva la industria. Pero el 30 de enero de 2008, la administración Bush anunció que frenaba un proyecto común de 13 empresas y compañías de carbón para construir una central eléctrica de carbón de demostración en Illinois, con secuestro subterráneo de carbono, debido a los masivos costes de la operación. El coste original de US$950 millones cuando el proyecto fue anunciado en 2003, había subido más allá de US$1.500 millones a principios de 2008, con otros aumentos en perspectiva. La cancelación del proyecto retrasa claramente la fecha de cualquier planta de carbón con secuestro de carbono, de manera que esta tecnología tiene poca relevancia inmediata.

Algunas empresas están viendo cómo sus licencias para las plantas de carbón son rechazadas porque no han examinado métodos alternativos para satisfacer la demanda, como el aumento de la eficacia en el uso de la electricidad. Por ejemplo, el aislamiento de edificios reduce enormemente las necesidades energéticas de calefacción y de refrigeración. Cambiar a bombillas más eficientes ahorraría suficiente electricidad para cerrar 80 centrales eléctricas de carbón de Estados Unidos.

Agrupándose para tener más fuerza
El Sierra Club, el líder nacional sobre esta temática, está trabajando con centenares de grupos locales para retar a las empresas de carbón con desafíos legales estado tras estado. Otros grupos nacionales que están activamente implicados son Rainforest Action Network, Natural Resources Defense Council y Environmental Defense. Información sobre el ímpetu de los pueblos para oponerse a las plantas de carbón se presenta en el sitio web Coal Moratorium NOW!.

Los estados que están trabajando para reducir emisiones de carbono se están alineando juntos para desalentar a otros estados en construir plantas nuevas de carbón, sencillamente porque esto cancelaría sus propios esfuerzos en la reducción de carbono. A finales de 2006, por ejemplo, los procuradores generales de California, Wisconsin, Nueva York y varios otros estados del noreste, escribieron a los funcionarios de salud de Kansas impulsándolos a negar los permisos para dos nuevas centrales eléctricas de carbón de 700 megavatios cada una. Los permisos fueron denegados posteriormente, citando que el dióxido de carbono es un agente contaminador del aire y se debe regular, según lo determinado en una decisión del Tribunal Supremo de abril 2007. Y en una carta del 22 de enero de 2008, un grupo similar de estados impulsó el departamento de salud y control del medio ambiente de Carolina del Sur a rechazar un permiso a planta de carbón propuesta de 600 megawatts de Pee Dee.

El futuro del carbón también está sufriendo mientras Wall Street da la espalda a la industria. En julio de 2007, Citigroup rebajó la acción de las compañías de carbón en el tablero y recomendó a sus clientes que cambiaran las acciones a otra fuente de energía. En enero de 2008, Merrill Lynch también hizo retroceder la acción del carbón. A principios de febrero de 2008, los bancos de inversión Morgan Stanley, Citi, y J.P. Morgan Chase anunciaron que cualquier futuro préstamo para la energía con carbón estaría sujeto a que las empresas demuestren que las plantas serían económicamente viables incluso con costes más altos asociados a las futuras restricciones federales en emisiones de carbono. El 13 de febrero el Bank of America anunció que seguiría el mismo criterio.

La legislación en contra del carbón
En agosto de 2007, el carbón recibió un duro golpe político cuando el U.S. Senate Majority Leader de Nevada, Harry Reid, que se había estado oponiendo a tres centrales eléctricas de carbón en su propio estado, anunció que estaba en contra de la construcción de centrales eléctricas de carbón en cualquier parte del mundo. Los bancos de inversión y los líderes políticos están comenzando a ver lo que ha sido obvio durante cierto tiempo para los científicos climáticos tales como James Hansen de la NASA, que dice que no tiene ningún sentido construir centrales eléctricas de carbón cuando tendremos que derribarlas en pocos años.

A principios de noviembre de 2007, Henry Waxman, diputado de California anunció su intención de "iniciar legislación para establecer una moratoria en la aprobación de nuevas centrales eléctricas de carbón bajo la Clean Air Act hasta que la EPA (la Agencia de Protección del Medio Ambiente de Estados Unidos) pueda presentar regulaciones para tratar las emisiones de gases invernadero de estas fuentes". Si una moratoria nacional es aprobada por el Congreso, esto marcará el principio del final para la energía del carbón en Estados Unidos.

Una moratorio mundial contra las centrales de carbón
Podemos estar al borde de una victoria monumental en el esfuerzo mundial de estabilizar el clima. En el libro nuevo del Earth Policy Institute, Plan B 3.0: Mobilizing to Save Civilization (Plan B 3.0: Movilizando para salvar la civilización), propongo recortar las emisiones de carbono un 80 por ciento antes de 2020. El primer paso es parar de construir cualquier nueva central eléctrica con carbón. Si los Estados Unidos imponen una moratoria ante tal construcción, como Dinamarca y Nueva Zelanda han hecho ya, esto enviaría una señal de largo alcance al resto del mundo, alentando el esfuerzo por recortar las emisiones de carbono. Los pasos siguientes son explotar rápidamente el extenso potencial mundial de incrementar el rendimiento energético y de desarrollar masivamente fuentes renovables de energía, tales como el viento, la solar y la geotérmica, para eliminar las centrales eléctricas de carbón existentes.

El mundo se está moviendo hacia un punto de inflexión política en el tema del cambio climático. Si llega suficientemente pronto, aún podemos evitar el cambio catastrófico del clima.

Lester R. Brown - Earth Policy Institute
www.earth-policy.org



Modificado
09/02/2017

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