La sociedad no hace caso de los peligros que entraña el oil crunch (crisis del petróleo)

No son solo unos pocos los que advierten de un desplome en la producción petrolífera – las principales compañías y los CEOs británicos del petróleo ahora están dando voces de alarma.

En los años anteriores a la crisis financiera, los que alertaban del peligro eran solo algunos intuitivos economistas y periodistas financieros. Ahora las alarmas vuelven a sonar para alertarnos de otra amenaza grave para la economía global y la seguridad de las naciones; advierten de un oil crunch: un desplome inesperado en la producción global tal que la demanda no podrá seguir siendo cubierta, incluso si la China y la India desaceleraran su demanda.

petróleo

Las principales compañías y CEOs petroleras alertan sobre la producción petrolífera. Fotografía: David McNew/Getty Images

Esta vez no son unos pocos individuos los que dan la voz de alarma. Importantes compañías británicas, lideradas por Virgin, Scottish & Southern y Stagecoach, están alertando del peligro en un informe del UK industry taskforce on peak oil and energy security (grupo de trabajo británico sobre el cénit del petróleo y la seguridad energética). También están de acuerdo los CEOs de las compañías petroleras, en el caso de Total y de Petrobras, y cada vez más figuras importantes de la industria de petróleo, generalmente retirados recientemente. Incluso la Agencia Internacional de la Energía (IEA) está alertando del peligro, a su “codificada” manera.

La sociedad ignora el riesgo y el enorme peligro que entraña el tener las economías modernas atadas por completo al abastecimiento inmediato de enormes cantidades de petróleo asequible.

Branson alerta de un oil crunch en pocos años.
El cénit del petróleo podría llegar pronto, según el informe.
Cénit del petróleo: Terry Macalister en lo que dicen los datos.

Pero eso es lo que BP, Exxon, Saudi Aramco y muchas otras instituciones de la era del hidrocarburo quieren que hagamos. Y la suya es la sabiduría percibida. No conozco una sola compañía, fuera del grupo del taskforce, donde tengan considerado el peak oil como un asunto que entrañe un riesgo serio. En cuanto al gobierno, mientras la cosa aguante, la línea oficial no cambia: queda suministro de petróleo por 40 años, no hay ninguna necesidad de preocuparse y, ciertamente, ninguna crisis. Para ser justos, esa visión puede estar cambiando, teniendo en cuenta acontecimientos recientes en los mercados de la energía.

El informe del taskforce es el segundo de los avisos. El primero, publicado durante la crisis financiera en octubre de 2008, trazó la tendencia de la capacidad de producción global, considerando el agotamiento, y encontró que la producción global total tendría su cenit en 2013, y después bajaría rápidamente, mientras que la demanda continuaría elevándose. El informe del taskforce muestra la preocupación de  que las cosas pueden ser incluso peores que este pico de producción petrolífera que se acerca, teniendo en cuenta otros riesgos ya conocidos: más producción de grandes campos petrolíferos derrumbándose, como el caso de México, errores descubiertos en las estimaciones de las reservas en países de la OPEP, etc.

Junto con la crisis, en 2009 vino una caída en picado en la demanda global de petróleo. Esto, en un sentido muy limitado de la palabra, ha ayudado; seguramente nos ha dado un par de años más. Ahora, el nuevo informe proyecta la caída de la producción en 2015, aunque sigue existiendo el riesgo de que ocurra antes de la fecha señalada.

Los CEOs y los presidentes de las compañías del taskforce tienen un mensaje simple para el gobierno. Es muy probable que esta amenaza del monstruo recaiga en el próximo gobierno al cargo, en su primer mandato, y la nación necesita actuar ahora.

Las apuestas son indiscutiblemente más altas que con la crisis financiera. El peor escenario que plantea el taskforce es que un prematuro cenit del petróleo implicará no solo una crisis de la energía a nivel global, sino potencialmente enormes carencias energéticas para algunas naciones importadoras de petróleo - incluyendo el Reino Unido.

Durante el colapso financiero el mundo avanzó en unas semanas de la creencia popular de que los bancos de inversión habían salido con dificultades del riesgo de derivados complejos, a una duda que se aceleraba en espiral, hasta el auge de la incredulidad y del pánico. Con el peak oil (cenit del petróleo), los funcionarios en todo el mundo, corporativo y gubernamental, experimentarían exactamente el mismo derrumbamiento de la confianza en sus cómodas asunciones culturales actuales. Estaríamos ante otro caso de una industria gigante que habría hecho la evaluación de sus activos ruinosamente mal. El impacto neto sería que las naciones productoras de petróleo comenzarían a guardarse para ellas sus recursos: conteniendo las exportaciones para usar el petróleo en sus propios multimillonarios programas infraestructurales sedientos de combustible.

Éste es un panorama que podría llevar a que los camiones de distribución de alimentos no llegaran a tiempo a Tesco (cadena inglesa de supermercados) para la compra del viernes por la noche.

caravana

En España, la mayor parte del petróleo consumido es destinado al transporte.

 

Las lecciones de la crisis financiera deberían servir de algo. La cultura que prevalecía se mofó de los incrédulos, delante del desplome. Gillian Tett, redactora de los mercados de capitales en el FT, vio venir la crisis porque era una buena antropóloga y sabía reconocer un culto cuando lo veía. La acusaron de alarmismo desde el escenario del Foro Económico Mundial. El patrón es el mismo esta vez. BP, particularmente, tiene la tendencia de mofarse del concepto de peak oil  y de sus defensores.

Mientras tanto, como con la crisis del clima, hay una desesperación general para creer en la versión más confortante. Esta es la razón por la cual es tan importante que las compañías que entienden el riesgo existente adviertan de éste, como hacen las compañías del taskforce. Es también la razón por la cual los gobiernos - quienes deben llevar las riendas en materia de seguridad nacional - deben escuchar estas incómodas advertencias y, dado el interés, comprar seguros contra ellas.

 La historia nos juzgará a todos según como administremos el riesgo del próximo peak oil, y será muy pronto.

 

10 de febrero de 2010, Jeremy Leggett, presidente de Solarcentury y de SolarAid, y coordinador del UK industry taskforce on peak oil and energy security.

 

 

Modificado
09/02/2017

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