Los principios de Hannover



 

Recientemente encontré una referencia a los Principios de Hannover en relación al ecodiseño,
¿me podríais dar alguna información al respecto?


[David, Alfambra]


  El documento los Principios de Hannover es una guía para el diseño y realización de la Exposición Universal de Hannover del año 2000, elaborada por el equipo del arquitecto William McDonough a principios de los años noventa. El documento se dirígia a los profesionales encargados de la planificación territorial, diseño de los pabellones y espacios de la feria, así como a los organizadores. Su intención era promover que los nuevos espacios construidos con motivo de la feria constituyeran realmente un desarrollo sostenible para la ciudad.

El documento recoge las bases de la filosofía que William McDonough y el químico Michael Braungart defienden desde hace años: que el diseño, la construcción y la producción industrial pueden mantenerse dentro de los procesos de la naturaleza, utilizando materiales completamente inocuos, creando edificios más agradables y eficientes, y produciendo bienes sin generar residuos o elementos tóxicos que degraden el medio.


El documento completo debate medidas concretas para la feria de Hannover, hechos de eventos anteriores de los que aprender, e incluso algunos parámetros para que en el propio sistema de concurso para la elección de los edificios ganadores se reflejaran valores de cooperación y democracia. Sin embargo destacan con un interés especial los principios generales que conocemos como los Principios de Hannover.

Los Principios de Hannover


1. Defiende el derecho de la humanidad y la naturaleza a coexistir de un modo saludable, diverso, sostenible, y de apoyo mutuo.

2. Reconoce la interdependencia. Los elementos del diseño humano interaccionan con el mundo natural a la vez que dependen de él, con amplias y diversas implicaciones a todas las escalas. Amplía tus consideraciones sobre el diseño para reconocer incluso los efectos más lejanos.

3. Respeta las relaciones entre el espíritu y la materia. Considera todos los aspectos de los asentamientos humanos, incluyendo la comunidad, la vivienda, la industria y el comercio, en términos de las conexiones existentes y cambiantes entre la conciencia espiritual y material.

4. Acepta la responsabilidad por las consecuencias que tiene el diseño sobre el bienestar humano, la viabilidad de los sistemas naturales y su derecho a coexistir.

5. Crea objetos seguros y con valor a largo plazo. Evita cargar a las futuras generaciones con la necesidad de mantener o vigilar peligros potenciales derivados de productos y procesos que se han diseñado de manera despreocupada en la actualidad.

6. Elimina el concepto de residuo. Evalua y optimiza el ciclo de vida completo de los productos y procesos, para aproximarte al estado de los sistemas naturales en los que no se producen desechos.

7. Confía en los flujos naturales de energía. Los diseños humanos deberían obtener su fuerza creativa del flujo permanente de energía del sol, igual que hacen los sistemas vivos. Incorpora esta energía en tus diseños de manera eficiente y segura para que se haga de ella un uso responsable.

8. Comprende las limitaciones del diseño. Ninguna creación humana dura eternamente y el diseño no resuelve todos los problemas. Aquellos que crean y planifican deberían practicar la humildad ante el ejemplo de la naturaleza. Trata la naturaleza como modelo y consejera, no como un inconveniente a evitar o controlar.

9. Busca la mejora constante compartiendo el conocimiento. Fomenta una comunicación abierta y directa entre colegas, jefes, constructores y usuarios, para enlazar las consideraciones de sostenibilidad a largo plazo con la responsabilidad ética, y reestablecer la relación integral entre los procesos naturales y la actividad humana.

Aunque se dieron a conocer con ocasión de la exposición mundial de Hannover,  estos nueve principios generales són válidos en cualquier faceta de una creación humana más consciente con la crisis que vive nuestro planeta. Nuestra comodidad y tecnología no deberían dañar el entorno, o incluso deberían restaurarlo, y aceptar estos principios nos acerca a ese objetivo.

El documento se realizó en el año 1992 y desde entonces se han continuado celebrando diferentes eventos internacionales, uno de ellos vivido de forma especialmente cercana como es el Forum de las Culturas 2004. Los autores destacan en el documento que quizá la celebración de este tipo de eventos no merece la pena si no es que verdaderamente significan un paso adelante hacia la resolución de conflictos, la reducción de las desigualdades y la pobreza, o la paliación de la crisis ambiental.
Hoy, resulta una necesidad que cada nueva actuación urbanística, cada nuevo desarrollo urbano, se convierta en un ejemplo de respeto hacia el medio y la salud de la personas. Sin embargo, estos criterios se introducen de manera muy limitada, a una velocidad mucho menor de lo deseable, valga como ejemplo el citado Forum de Barcelona.
Los principios de Hannover son consejos para crear de forma más humana, para crear algo mejor para todos. Hacerlos nuestros y ponerlos en práctica en todo proceso de diseño es una urgencia para nuestras ciudades, nuestros campos, y para todos los habitantes del planeta.
 



Modificado
09/02/2017

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