Tres días de ecocasero rural (II)




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Tres días de ecocasero rural (II)

12042005 Mas Lluerna balsa 1
12042005 Mas Lluerna balsa 2
12042005 Mas Lluerna Lum de Sol vista
12042005 Mas Lluerna Lum de Sol madera

1. Comienza el llenado de la balsa
2. 12 horas después, lleno a tope
3. Las sombras y dorados de Llum de Sol
4. Sin filtro, luz mágica solar


El agua, bendita aquí como es casi tantos sitios, llega desde el Canal de Urgell, (+info en catalán y en castellano) obra humana apasionante tipo pirámides pero en plan gran zanja y canalizaciones, que trae desde hace decenas de años, el líquido vital hasta la balsa de la finca. El domingo tocaba turno y a la, yo en la compuerta de entrada desviado el caudal hasta su sediento destino. He flipao pepinos esperando ver como la cabeza acuática se desplazaba por la mínima pendiente poco a poco, 100 metros han costao 5 minutos. De aquí a la entrada principal de la balsa otros tantos minutos y un caudal de muchos litros de agua comenzó a llenar la balsa que suministra todo el riego de los campos y huerto, del sistema de filtro para agua potable de las infraestructuras y hasta la energía eléctrica en días nublados desde una original central mini hidráulica ingeniosa como pocas.

Aquí, el agua tiene valor elevado, es querida y apreciada, es vital como en todos sitios, aquí se le agradece continuamente su servicio bondadoso. En este lugar se siguen los orígenes de las cosas naturales, participas en ellos, eres parte de la autoproducción como un grajero que recoge todos los bienes naturales que están a su alcance y participa directamente en su gestión.  En la balsa, los patos graznando como de alegría, chapoteando y revoloteando, tienen al lugar como su reino. Es flipante observar como flirtean y copulan, dormitan, se asean... Me cuentan los lugareños que cuando la balsa se hiela, día y noche se van turnando los ánades para mantener un círculo acuático abierto que es la mejor seguridad que pueden tener ante los depredadores. Todo aquí, todo tiene un sentido práctico, primigenio, rudo pero al mismo tiempo vital y asombroso.

Me ha tocao hacer labores de limpieza en la peculiar construcción de balas de paja de la finca, que ya anda cerrando la cubierta verde, innovadora y sugerente y a la que según sus animadores constructores le quedan unos 8 meses de laboreo chino chano para que esté a disposición un habitáculo rural que ya dá y seguirá dando que hablar animosas ecocharlas. Los atardeceres con el sol cayendo y mandando su pureza luminosa desde el oeste deja tonalidades doradas sorprendentes y como mágicas. Si te interesa el tema puedes conocer detalles de cómo se gesta esta experiencia bioconstructiva desde el pasado agosto. Por cierto, existe una programación primaveral de talleres activos de diversas de las fases de construcción ecológica que quizás puedan interesarte, si lo precisas, puedes infórmate aquí.

Ha sido placentero volver a estar tocando una de las experiencias mas transformadoras de las que he participado este año. Si sientes interés por saber más, puedes mirarte estos diarios del pasado agosto, Acabo el primer turno de un sueño veraniego; Entre membrilleros, corazones abiertos a la Tierra y ¡¡Madre Naturaleza y hermanos Árboles, gracias!!

He echado estos días mano de la leña, biomasa de la buena, restos de la construcción pajero maderera y restos de podas de buena encina local, y eso sí, rodaje de indio estufero ha sido lo mío. Después de meter mecha, todo un placer térmico disfrutón me ha ayudado a bregar, caída la tarde, con la señal Wi FI y su transformación en bits de información que permite al lugar conectarse con el mundo mundial en red. Algo realmente transformador y de gran ayuda para las personas que han decido alejarse del exceso de información habitual y centrarse en sus preferencias.

Es aquí, en este lugar, donde las potencias que ofrece la red global, a pesar de que la señal no permite volar a alta velocidad todavía, donde es más fácil percatarse del valor social de la mayor revolución de la historia de la comunicación humana, que no para de rediseñarse y que me sorprende día a día con las nuevas posibilidades que ofrece la tecnovirtualidad hecha por humanos. Me pregunto que pasará con una especie de la cual cada uno de sus miembros, de momento una parte minoritaria y afortunada, pero sin duda con el tiempo en la red caerán todos, como será el futuro cercano. Llego a imaginar que cada vez será más sencillo por menos aislado, estar en lugares como Mas Lluerna, cuidando pequeñas porciones de bienes naturales, sacando de la tierra lo justo, accediendo a todo lo necesario desde el prisma de vidas más simples pero inevitablemente más tecnológicas y conociendo quizás que la tierra tiene límites conocidos y que puede albergar a una especie exigente que deberá  revolucionar su convivencia solidaria con el resto de especies que pululan junta a ella y por supuesto con la gran porción de humanos que precisan con urgencia inusitada del respeto y la solidaridad verdadera de la otra parte. No dudo que esto será más emocionante de lo que ahora podemos imaginar, pero al mismo tiempo sé y he sentido, que no es lo mismo hablar y conocer de modelos de vida sostenibles que ser activista de ellos cada día y evolucionar en ellos.

Parte I y parte III



¿Por qué este diario?



Modificado
09/02/2017

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