Visita de la UTAN al congost de Mont-rebei (II)




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Visita de la UTAN al congost de Mont-rebei (II)

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1. En el vertiginoso desfiladero, zona sur
2. Regalo para el caminante, universo petreo-acuático 


...continuación de la primera parte de la acción 003 de la UTAN

Para compensar el desplazamiento polucionante y como pequeña, pero importante aportación energética de los viajes motorizados de los comandos UTAN, hemos trasladado una cocina solar parabólica KSol 10 para darnos el gustazo de recalentarnos el desayuno y después la comida. Unas flores de cebada con aceite y sal de hierbas y una buena ración de coca de sanfaina, típica de la región,  han convertido el momento en casi rozando lo supremo. Un cielo azul impoluto nos ha brindado un sol temprano tan bondadoso como siempre. Los rayos solares de el salidos, después de un cósmico recorrido de 150 millones de kilómetros han sido captados por la parabólica y transformados en 300 vatios de potencia calorífica en el punto focal, lugar donde hemos colocado la olla en la que si nos descuidamos, a punto a estado de que se quemaran las viandas.

Bien disfrutados el regalo astral, el uso tecnológico y los frutos de la agricultura sin venenos, hemos reflexionado sobre la idoneidad de la acción, ya que un cartel reflejo de las normas de uso del lugar prohíbe encender fuego. Bien, en comunión con las energías renovables, los comandos UTAN el único vínculo con el fuego, para cocinar al realizar sus acciones en la Naturaleza, lo tienen con el astro rey, de momento disponible para ser aprovechado, y que evita los problema ambiental del fuego.

Bien nutridos y como cohetes a reacción hemos comenzado a caminar por el itinerario que se dirige al impresionante desfiladero. Un puente colgante en la ruta ha puesto una nota de análisis técnico inesperado. Pocas huellas y rastros de no humanos hemos encontrado, a pesar de ser una zona rica en biodiversidad. Quizas el frío, hemos pensado.

Un extracto de lo citado nos detalla lo que nuestros ojos han visto pero nuestras mentes no procesan con agilidad en el entorno vegetal y animal. Viven y deambulan por la zona, según lectura del expediente:
En la vertiente norte, donde domina la vegetación eurosiberiana de carácter submediterráneo con predominio de los robledales de roble carrasqueño y robledales de roble pubescente. Destacan varias endémicas como la rarísima Petrocoptis monsticciana, así como otras, la corona de rey, la oreja de oso, el piorno azul, el haya, la encina litoral y la carrasca, la gayuba, el arce de Montpellier, el arce común, la cormiera, el espino albar, el junquillo y los tilos.
Todos ellos si no identificados si disfrutados por aromas y vistas.
Y vamos, de lo que corre o vuela, también poco oteado hoy, pero sabiéndolo, en la ruta hemos ido al acecho sin resultados del tritón de los Pirineos, la víbora hocicuda y la víbora áspid. Abundan los grandes pájaros rapaces propios de los riscos: el quebrantahuesos, el alimoche, el buitre, el águila real, el halcón peregrino, así como la chova piquigualda y la chova piquirroja y el arañero. De esto damos fe, porque aunque lejos en los cielos, la enormidad estimada de los habitantes alados de la zona, nos ha impresionado. Entre los mamíferos, destacan la nutria, el gato montés, la marta, el corzo, el topo y numerosas especies de murciélagos.

Llegados al desfiladero, una autentica obra de algo parecido al MOPU histórico, observamos la huella horizontal que como si de una cicatriz de dimensiones kilométricas se tratara.. Durante el recorrido, hemos observado y de algunos disfrutao, de las estratégicamente 8 barandas miradores de diseño minimalista situadas en una inmensidad pétrea de vértigo. Un corto tramo con aviso de peligro de desprendimientos, deja constancia de los cuidados y mimos que los responsables sociales de este lugar ponen hacia el lugar para disfrute de los intrépidos de piernas ágiles y corazón despierto. Cabe decir que el recorrido es accesible para las dos piernas y una dosis normal de entusiasmo con moderado control del vértigo.

Eso si, al final hemos encontrado vida alada sobre las aguas. Se trata  del cormorán, una ave marina invasora que se zampa más de 2 kilos de pescao al día, y aún cuando está protegida se discute si no es una auténtica plaga. Eso comenta el agente R con conocimiento de causa. El agente M, mientras ha dejado volar la imaginación, y a tomado a la familia de cormoranes como unos turistas originarios de playa de vacaciones en las montañas, que han remontado ríos como ruta de viaje.

De retorno hacia el lugar de inicio, nuestro balance ha sido el de llevarnos una impresión muy positiva del estado de conservación del fantástico espacio natural, proponiendo desde aquí a todos los interesados, a que si en algún viaje de trabajo, o para búsqueda espiritual u observación como amantes de la naturaleza, apunten en sus lugares a visitar este que ha movido al comando UTAN a celebrar con las fuerzas de la naturaleza y todo lo vivo, una apacible mañana cargada de sensaciones.

Da fe laica y visto bueno a la acción el Coordinador General T2 al mando de los comandos operativos de la Unidad Táctica de Acercamiento a la Naturaleza (UTAN),  y al servicio de la Reina Sosteniblidad.



¿Por qué este diario?



Modificado
09/02/2017

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