Vecinos invasores



 

El cartel de la película ya presenta una historia de acción y diversión.

La reacción de los animales al despertar de su letargo es de sorpresa, curiosidad, pero también de miedo ante lo desconocido.


ficha técnica
Vecinos invasores

Título original: Over the hedge
Dirección: Tin Johnson, Karey Kirkpatrick
Guión: Len Blum
Nacionalidad: Estados Unidos
Año: 2006
Género: Animación
Duración: 83 min.



Vecinos invasores
Naturaleza acorralada

Llega la primavera a un precioso bosque, y un grupo diverso de animales guiado por la tortuga Verne despiertan de la hibernación y se encuentran que en su alrededor su paisaje ha sido transformado; un enorme seto antes del invierno se ha convertido en un terreno infranqueable ocupado por una nueva urbanización al otro lado. Oportunamente llega un mapache interesado que, aprovechando el desconcierto de los habitantes del bosque, maquina la manera de aprovechar las habilidades recolectoras del grupo para saldar una deuda que amenaza su vida.

De esta manera, mientras el mapache R.J. seduce a los animales de los beneficios de tener los humanos tan cerca, se van mostrando las diferentes actitudes de afrontar una nueva situación que cambia completamente la manera de vivir del grupo. A su vez el compañerismo que existe entre ellos va siendo soscabado por el individualismo que caracteriza a R.J y que poco a poco cala en el grupo.

A lo largo de la historia los personajes van evolucionando en su manera de aceptar los cambios que se han encontrado y en relación a los demás. Hay comportamientos de desconfianza, ayuda, manipulación, trabajo en equipo, veneración, reticencias, etc. que retan al instinto. Pero también comportamientos que aparecen frente a lo desconocido y a sus posibles respuestas.

La película aprovecha para presentar a los humanos como una especie invasora, que arrasa sin miramientos allá donde llega y transforma el entorno a su antojo. La naturaleza es dominada y sometida a sus gustos. En este sentido, toda la película traspúa una crítica constante por el sentido avaricioso de los humanos que nunca tienen suficiente, que son incapaces de coger sólo lo que necesitan, que no tienen límites en sus necesidades.

Frente a esa premisa, y por el interés que tienen los animalillos de recolectar los alimentos para pasar el próximo invierno, la estrategia consiste en robar alimentos a los humanos, ya sean sobras de las basuras o directamente en sus despensas. Los cubos de deshechos se presentan como tesoros para los pequeños animales del bosque, y como bien explica R.J. los humanos están rodeados de comida constantemente, porque no comen para vivir, sino que viven para comer. Su vida es dirigida por la comida, no siempre de lo más saludable, y esa obsesión les lleva a tener que hacer ejercicio para poder seguir comiendo. Las explicaciones de R.J. comentando los hábitos de vida de los humanos desde el punto de vista de otra especie animal resultan aunque simples, conmovedoras y plantea reflexiones descarnadas acerca del valor que los humanos damos a las cosas y el lugar en el que creemos que estamos en relación con la naturaleza y los otros habitantes del planeta.

Es una película de animación con un estilo de dibujos de gran calidad técnica a la vez que refrescantes, tiernos y muy logrados. Los personajes están bien definidos y resulta educativo que se resalte la realidad de como poco a poco estos van entendiendo como relacionarse con los humanos aprovechando sus ventajas y evitando conflictos. De todas maneras, aunque la película acaba con la sensación que los habitantes del bosque han conseguido ganar una batalla, también se advierte que aún queda mucha guerra, y si la voluntad de los humanos es deshacerse de las molestias que los animales salvajes puedan causarles, lo pueden acabar haciendo sin demasiadas dificultades.
 
Sin duda es una película sin grandes pretensiones. La historia que nos propone  es un cambio de papeles curioso entre humanos y animales. Dado que dominan las películas que presentan siempre el ataque de especies salvajes a los humanos, en ese caso el punto de vista de Vecinos Invasores resulta trangresor y por ello encomiable. Los animales son las víctimas de una ocupación sin negociación. Mal nos pese, los humanos no somos los reyes de la creación dado que no sobreviviríams en este planeta sin las bacterias del suelo o los microogranismos acuáticos por no decir ya de los insectos polinizadores, etc. El exterminio de la naturaleza lo es de una gran cantidad de servicios ambientales que no pagamos por sus beneficios pero que pagaremos con creces el día que no eixstan.  Solamente este cambio de perspectiva merece ya pasar un buen rato con esta película que  además presenta un buen ritmo de acción, detalles bien logrados y escenas de lo más divertidas y con segundas intenciones que gustan a los pequeños y enganchan a mayores.


Curiosidades...
Las películas de animación con ordenador van mejorando en movimiento y expresión de los personajes, y los animales son un recurso que dan mucho juego. Realmente los personajes escogidos en este caso están muy conseguidos y transmiten un sentido de familia intercultural muy entrañable.



Modificado
09/02/2017

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